Por Redacción Ancap
Fotos Naiquen Campero Gomez desde Chile
Ya son 27 días donde las protestas se volvieron moneda corriente y la población toma las calles para hacerle saber a Sebastian Piñera y al mundo que Chile despertó y no hay vuelta atrás.
“Las bombas podrán matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia”. Ese fue el discurso de Fidel Castro en Nueva York, frente a los miembros de la ONU en 1979. Es una frase que ha quedado marcada en la historia, y que desafortunadamente lo vemos repetirse cíclicamente en Sudamérica cuando el pueblo sale a las calles para hacerle saber a su verdugo que no hay nada que mate ese clamor popular. Y esto bien lo sabe todo Chile desde octubre, hace 27 días, cuando los habitantes del país hermano toman las calles por asalto y se la disputan con los carabineros. Carabineros que responden la orden de un tirano llamado Sebastian Piñera. El mismo presidente llamó a reintegrarse a la fuerza represiva, a los carabineros quienes “hayan tenido un retiro reciente y quienes se hayan destacado en su labor” para poder sumar mas efectivos en las calles y los cuarteles ya que avisó que la represión se endurecerá antes los masivos reclamos que suceden día tras día.
Desde el inicio de estas manifestaciones diarias, hubo muertos, torturados, secuestrados, detenidos e incluso denuncia por violaciones por parte de carabineros a mujeres. Según un balance presentado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH) hasta el pasado 10 de noviembre son mas de 2.000 personas lesionadas en represión. El informe del INDH arrojó un resultado de 42 personas que recibieron impactos de balas, 345 por armas de fuego no identificadas, mientras que otras 41 personas fueron heridas por balines. Fueron 938 los afectados por gases y golpes de carabineros y fuerzas armadas. Y, por último, 643 fueron heridos por perdigones, de los cuales al menos 197 tenían heridas ocular. Hecho que marca como política represiva disparar cobardemente a una población desarmada, a la cara. Piensa Prensa, medio alternativo de Chile, que es uno de los encargados de precisar información entre tanta confusión, entre otros medios, indica que 120 personas han perdido la visión del ojo afectado.
El informe del INDH detalla que son 5629 las personas que fueron detenidas.
El gobierno informó que ya son 22 los muertos durante las represiones que se dan de manera cotidiana. Ante ello el INDH presentó 248 acciones judiciales contra carabineros, una querella por homicidio, 48 torturas con violencia sexual, 173 por torturas y otros tratos, 13 por lesiones y 6 por homicidios frustrado entre otras.
Por su parte, Mario Rozas, Director General de Carabineros aseguró que no dará de baja a ningún policía por procedimientos, aun lo que obligasen. Esto nos hace recordar a Patricia Bullrich cuando afirmó “me parece una injusticia tirar gendarmes y policías por la ventana” cuando brindó un informe, en el Congreso, sobre los procedimientos que se estaban llevando a cabo en la búsqueda de Santiago Maldonado, cuando aún no se había hallado su cuerpo.
El día miercoles, en Plaza De La Dignidad en Santiago, hubo nuevamente movilizaciones y protestas a lo que carabineros respondieron como saben hacerlo, mediante la represión.
