CONVERTIR UN BASURAL EN TIERRA PARA VIVIR

Por Federico Paterno

 En San Francisco Solano, alrededor de 90 familias decidieron de manera espontánea salir a buscar un lugar donde poder vivir. Fue así, que se produjo la toma de tierras el día 30 de julio en la calle 824 y 887 en las cercanías al barrio Sayonara II. El hacinamiento es un problema de años en la región, que se acrecentó con los efectos económicos que produjo la pandemia del Covid-19, al igual que la toma de más 3000 familias de Guernica; en Solano hay familias que no pueden seguir esperando, no tienen como pagar un alquiler, las tierras dónde hoy se encuentran, son parte de un basural, hace semanas lo vienen limpiando para poder pensar en esas tierras como un lugar que sea digno para vivir

Solano, fue escenario de grandes tomas de tierras entre los años 1981 y 1986, donde miles de familias sin tierra donde vivir decidieron desde el marco de las Comunidades Eclesiales de Base, avanzar con tierras que no tenían dueño. Entre esas tomas, la de mayor caudal de vecinos y vecinas, fue la del año 1981 con el rol preponderante del Cura Raúl Berardo, donde más de 20 mil personas resistieron por un lugar y lo lograron. Hoy a 40 años de esta histórica toma de tierras, la situación de la disputa por la tierra sigue estando con aristas similares. Donde el negocio inmobiliario es la prioridad y las familias sin techo son las que siempre deben esperar.

Noelia, es vecina del asentamiento que nace en las tierras de Solano, angustiada por la situación y la falta de respuestas del municipio de Quilmes, tiene bien claro que de ahí no se van a mover, principalmente por los más de 200 niñes que están en el lugar y que no pueden vivir hacinados. Como ocurre en la mayoría de los asentamientos del Conurbano Bonaerense, la policía se acerca para ofrecer el hostigamiento a las familias e intentar desalojos violentos. En este caso no hubo reacción de parte de las 90 familias que fueron hostigadas. Ante el avance policíal de intento de desalojo, las familias estuvieron calmas y no reaccionaron.SOLANO 2

 “Necesitamos un pedazo de tierra, el alquiler para la mayoría de los que habitamos acá no nos alcanza para pagarlo, a muchas de las familias nos desalojaron y el lugar donde estamos hoy está bastante abandonado es un basural, nosotros nos organizamos cuidando el lugar, hacemos  ollas populares para la gente del barrio La Matera, y para las 90 familias”, contó Noelia en diálogo con ANCAP.

Por el momento, las organizaciones populares que se acercaron  para apoyar a las familias en este proceso de búsqueda de tierras para vivir, son La 26 de Julio y la Comunidad Organizada de Vecinos Independientes (Covi). Con el apoyo solidario a cada una de las familias asesorando y colaborando en lo que urge.

“Nosotros necesitamos que alguien se acerque y nos dé una solución, que nos escuche, ya desde el 30 de julio hasta el día de hoy estamos acá y nadie se acercó a nosotros, estamos limpiando el lugar, nuestros maridos se encargan de lo más pesado, están arreglando el lugar para las 90 familias, no tenemos dónde ir”, explicó.  SOLANO 1

La bonaerense no tenía ningún papel que acredite y justifique el intento de desalojo que tuvieron días atrás; “No reaccionamos porque hay muchos niños, y no queremos violencia ni represalias. No nos desalojaron, nos quedamos y se seguiremos acá esperando respuestas”.

 Según un informe de CLACSO en referencia al acceso a la vivienda en el periodo que va de 1981 a 2001 por ejemplo el porcentaje de los habitantes que residían en departamentos disminuyeron en un 45,2 %, mientras que entre 1991 y 2001 esa población que vivía en departamentos se elevo al 44,7%. Dentro de la franja de 1980 a 2001, destacan que dentro de la categoría de quienes viven en viviendas precarias, casillas o inquilinatos tuvo un aumento que llevo su cifra a 50,65 % de la población. “La mala distribución del ingreso es otra de las variables contextuales explicativas del deterioro de las condiciones habitacionales”, explica el informe.

 Así como fue una victoria histórica, lo ocurrido con las antiguas tomas de tierras durante la dictadura y las posteriores en democracia, en las zonas de Solano y Quilmes, con organización popular, delegados de manzana y una lógica de formación constante en cada vecino y vecina. Si bien la organización popular estaba organizada de otra manera en esa época, hoy aparece un mismo factor al igual que hace 40 años. La tierra y un lugar para vivir como el mayor problema para los que menos tienen.

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