NO OLVIDEMOS A LES TRABAJADORES DE LA SALUD

Por Federico Paterno

La salud pública en el Conurbano Bonaerense atraviesa hace muchos años un grave problema de precarización laboral para les trabajadores de la salud, desde el mes de marzo, en el contexto de  pandemia, ésto se agudizó y se vio claramente plasmado. En los Centros de Salud barriales, la situación tuvo que acomodarse a los insumos que había y a la realidad de cada barrio. Poco personal para la atención primaria, trabajadores de salud fallecidos por covid-19 y un aumento salarial que nunca llegó.

Solamente en el conurbano se contabiliza la mitad de contagios de coronavirus del personal de salud del país.

Les trabajadores de la salud, representan el 16,7 % de los casos positivos de Covid. Juan Pablo Borda, es médico generalista del Centro de Salud del barrio Belgrano de Berazategui, un barrio de 24 manzanas que se ubican sobre tierras fiscales, donde los servicios públicos no llegan a todas las viviendas y la pandemia afectó en gran medida la economía del lugar. Changarines, carreros y recicladores que en su mayoría que no tienen opciones laborales y deben salir a trabajar pese al aislamiento social.

LA SALITA

En el Centro de Salud donde atiende Juan Pablo, las condiciones de atención a los pacientes tuvieron varios cambios por lo que significa atender bajo este contexto de pandemia. Muchos profesionales del lugar, por ser personal de riesgo, no pudieron continuar con sus tareas y eso complejiza la situación laboral del resto porque no se reforzó el espacio con más profesionales. “Hubo que cambiar los modos de atención, porque muchas veces los protocolos no son adaptados para las realidades de cada barrio. Hubo que reformular la funcionalidad del Centro de Salud, dejamos de atender todo lo que no sea urgente y tuvimos que adaptar las condiciones para sostener los controles de niño sano (hasta los 2 años); las enfermedades crónicas las seguimos viendo y también a las embarazadas, entregamos los métodos anticonceptivos y hay un consultorio de Interrupción legal del embarazo”, explicó. El manejo de las medidas epidemiológicas que se van aprobando a nivel nacional, llegan con demora de al menos una semana a la provincia, según relata Pablo, “estamos en una zona del AMBA con muchos casos y esos retrasos complican a veces la toma de decisiones. La medida de aislamiento vemos que sí está dando resultados en principio. La respuesta en provincia, siempre va a ser escasa desde lo presupuestario, hasta lo estructural. Hay carencias de medicamentos; tenemos faltantes en métodos anticonceptivos y para enfermedades crónicas, en algún momento faltó medicación para pacientes con HIV, vamos navegando entre la carencia y tenemos que dar respuestas a la gente y a sus demandas“.74869601

Al día 7 de septiembre, son 17.500 trabajadores contagiados y 81 fallecidos según las cifras de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP). Los hospitales Evita Pueblo, de Berazategui; Gandulfo, de Lomas de Zamora y Evita, de Lanús, son lugares donde tienen una situación crítica les trabajadores y trabajadoras, con alto nivel de fallecidos del personal de salud. En el caso del Gandulfo, hubo dos enfermeras que pidieron licencias que no fueron dadas y perdieron la vida por contagio de Covid. Los materiales de cuidado para el personal llegaron con demora al centro de salud de Berazategui Al día de hoy, nos cuenta el Dr Borda, que lo que tienen deben cuidarlo, porque no saben cuándo estará faltante otra vez. “Por más que tengamos que salir a bancar la parada, para dar respuesta a la situación epidemiológica, también tenemos que cuidarnos porque somos personas y tenemos miedo si nos enfermamos, tenemos familia y a eso también hay que darle un cuidado y una respuesta”.

En el comienzo de la pandemia, allá por el mes de marzo, los aplausos al personal de la salud a las 21 hs eran frecuentes y en muchos puntos, sobre todo de la Capital Federal: en los últimos meses lo que se escucha son cacerolas, pero piden flexibilizar la cuarentena. Son para un duro análisis las imágenes que se ven de médicos y médicas entrando a sus hogares, después de guardias de 24 o 36 horas sin descanso, mientras un grupo minúsculo de la población marcha hacia el Obelisco a exigir que se levanten las medidas de aislamiento social y hacer quemas desquiciadas de barbijos. Muches de estes con panfletos fascistas o frases muy cercanas a teorías conspirativas sobre Soros y el G5 que buscan dominar el mundo, muy amigas de las fuentes de You tobe y los mensajes de whatsapp.117930427_10157291117706976_902894338485119965_n

PARITARIAS PARA LES ESENCIALES CON CHAPA Y LA PRECARIZACION MÉDICA

El presupuesto que la provincia invierte en salud pública, más precisamente en el ámbito municipal es, según nos informó Juan Pablo, el más bajo de todos. Él está afiliado al gremio de CICOP y desde allí busca poder reclamar mejoras laborales para el sector. También se explayó sobre el aumento de salarios a la Policía Bonaerense, luego de un levantamiento más que extorsivo con patrulleros y armas en las puerta de la Quinta de Olivos, obteniendo cada una de las cosas que pidieron. El hecho mereció un análisis de nuestro entrevistado, quien se ubica en la primera línea de batalla con les pacientes: “Después de la huelga de la policía se da un aumento importante para poder sostener su tarea de represión en los barrios, es terrible que les trabajadores de salud que venimos buscando una recomposición salarial, tuvimos en los últimos años una pérdida del poder adquisitivo muy importante, no se abren paritarias y ni hablar de la represión que sufrimos cuando queremos salir a reclamar algo. Es muy difícil hacer un reclamo cuando el director del hospital te viene a decir que tenés que dar respuesta a la guardia. Es doloroso pensar que aumentan a la policía con armas en mano y a nosotres nos reprimen cuando queremos reclamar salarios dignos y mejores condiciones de trabajo”, y agregó a esta reflexión “Nos dan un bono para compensar, algo que no compensa nada, en el marco de aumentos de precios y de condiciones de vida”.

La precarización de les trabajadores de la salud del sistema público llega a tal punto que, una persona que ingresa a dar atención de salud en este sistema, tarda de 5 hasta 10 años para recién poder pasar a planta permanente. Una situación que califica Juan Pablo como ilegal. “Hay gente que demora hasta 10 años para poder tener un salario digno, con los aportes necesarios, con la jubilación y con las cargas sociales que después nos van a dar esa cobertura”. La costumbre de tomar esta situación como algo normal (tener hasta tres trabajos para poder tener un salario digno para vivir), es otro factor de desgaste para quienes quedan relegados en salarios, a pesar de ser quienes tienen hoy un rol preponderante ante la pandemia mundial. “Estamos acostumbrades a trabajar 60 horas semanales ¡es una locura! y eso implica malas condiciones de atención. Alguien que trabaja después de una guardia de 24 horas y tiene que ir al consultorio o a una cirugía o hacer otra parte de la práctica, realmente no puede dar la misma respuesta al inicio de su jornada que al final”. Las jornadas laborales de les profesionales de la salud no terminan al cerrar las puerta de la salita de asistencia mèdica, sino que deben seguir en sus casas dando informes vía whatsapp o mail, sumado a capacitaciones virtuales de manera obligatoria para el nuevo contexto de la atención a distancia.

Juan Pablo, es uno de les muches que están dando la pelea y arriesgando su vida para poder dar respuesta a la salud pública. Es hora de que la política esté del lado de les trabajadores de la salud. Si su función es esencial, también debería ser esencial el aumento de salarios y poder tener lugares dignos para la atención médica con los insumos necesarios.

“Sin embargo, es preciso que le haga comprender que aquí no se trata de heroísmo. Se trata solamente de honestidad (…) No sé qué es, en general. Pero en mi caso, sé que no es más que hacer mi oficio”

 

Albert Camus, La peste

Foto marcha anticuarentena: Hernan Vitenberg

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