EL SUTIL AROMA DE UNA PEQUEÑA VICTORIA

Por Redacción ANCAP 

Fotos Lidia Baran

A 62 días del inicio de la disputa entre las familias sin viviendas que se asentaron en abandonados campos donde hoy brotan los proyectados cuatro barrios obreros (20 de Julio, San Martin, La Lucha y La Unión), y un grupo funcional a la especulación inmobiliaria conformada por burócratas sindicales; funcionarios gubernamentales indiferentes a las necesidades de la gente; disque administradores de justicia y “practicantes del orden viril” defensores del privilegio sin merito, la organización desde abajo logró torcerle el brazo a la injusticia y posponer la fecha del desalojo ordenado por el Juez Rizzo.

Tras largas jornadas en pasillos institucionales; de días y noches de zozobra soportando las inclemencias del clima y viviendo la incertidumbre que amenaza con un futuro sin techo, de largas marchas y tensos cortes de ruta para visibilizar el conflicto, de aprietes, golpes y amenazas alentados por un sector del Frente de todos acostumbrados a hostigar a les mas débiles, 2500 familias excluidas del derecho elemental al acceso a la “Tierra para vivir” pueden celebrar hoy una pequeña victoria.

Este parcial triunfo sobre un sistema injusto y sus defensores, alienta a vislumbrar el camino a seguir en pos de fortalecer la organización popular. De él forman parte los movimientos sociales que acompañan la lucha de estas familias, les abogades nucleades en “La Gremial”, que desinteresadamente han prestado acompañamientos y asesoramiento, les delegades de los barrios proyectados, los medios alternativos y populares que bregan por deconstruir el discurso dominante y miles y miles de personas capaces de sentir empatía con quienes arriesgan su integridad para procurarse un futuro mejor.

Sin obnubilarse  ante el logro alcanzado las vecinas y los vecinos se mantendrán alerta ante la reprogramación del desalojo fechado para el 1, 2 o 5 de octubre. Pese a todo pareciera que la primavera trae consigo brotes de dignidad y de lucha, que cultivados con alegría y pasión redundaran en sabrosos frutos de igualdad y justicia.

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