Por Federico Paterno
En la provincia de Corrientes la comunidad indígena guaraní Jahaveré, advirtió que la empresa ganadera San Eugenio fue quien llevó adelante el avance sobre sus tierras originarias y tierras fiscales del Parque Provincial Iberá, a través de la colocación de alambrado y postes, en el paraje Yahaveré, departamento de Concepción. La comunidad denunció este hecho: “Sufrir un nuevo atropello es inentendible, llevamos años buscando únicamente que nos dejen tranquilos, está a la vista que no queremos enriquecernos ni evitar la circulación o el acceso a nadie por estas tierras”, informó Miriam Sotelo de la Federación Campesina Guaraní de Corrientes e integrante de la comunidad.
Yahaveré se ubica a unos 1.000 kilómetros de Buenos Aires, 210 de Corrientes, y 30 de Concepción. La empresa ganadera es de Eduardo Macchiavello, su ámbito no sólo es el del campo, sino que también es ejecutivo del Laboratorio Rooemers. Su avance ilegal sobre las tierras originarias se dio hace una semana en el marco de la pandemia del Covid-19 y una dura época de sequía. Esta empresa acecha a la comunidad Guaraní, alambrando tierras que no le pertenecen, sumado al aporte del estado correntino a través de sus fuerzas de seguridad en el lugar para avalar el robo de tierras.
“Decir que la comunidad firmó un acuerdo, no es excusa para venir a encerrarnos; en esa mediación no se habló de tierras públicas, no participó el Estado Provincial, es ilógico creer que después de diez años de lucha acordemos de nuevo estar alambrados como animales, es una falta de respeto”, relató Sotelo en un comunicado advirtiendo los hechos ocurridos. La comunidad ubicada en los Esteros del Iberá, ya sufrió esta situación en el año 2013, el mismo empresario intentó avanzar sobre las tierras, en aquel entonces la justicia estuvo del lado de la comunidad guaraní Jahaveré, fue reconocida por la resolución 572 del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) como la primer comunidad originaria reconocida en la provincia y su derecho ancestral sobre ese territorio. No obstante, esto la situación se repite 7 años después, pero con el apoyo del estado, Machiavello vuelve a la carga e insiste con robar tierras que no le pertenecen.
Cuando el empresario ganadero y CEO farmacéutico en 2013 se propuso quedarse con las tierras, intentó sobornar a las familias campesino-indígenas con 25 mil pesos para cada una para que se fueran de sus lugares. El paraje cuenta con 10 mil hectáreas y es parte de la identidad y las raíces de la población indígena Jahaveré. Otro dato para destacar es la responsabilidad de Machiavello en cuanto a las grandes inundaciones, tras la construcción de terraplenes en la zona en 1998, fue responsable de los peores anegamientos que sufrió el lugar.
No se respeta el verdadero derecho a la posesión de esta población originaria. Esta situación que hoy sufre la comunidad, lo que genera, es una división forzada entre las casas de los pobladores del lugar limitando su acceso a lomadas, caminos y la laguna que utilizan de manera diaria. Rodolfo Leiva es poblador de la comunidad y se refirió sobre la situación “Se buscó que la justicia intervenga; por ahora no hay respuestas suficientes, acá parece que el que tiene más plata puede hacer lo que quiere”.
El estado de alerta es permanente dentro de la población de Yahavaré, el Gobierno de la provincia no tomó cartas en el asunto y el robo de tierras a las comunidades originarias en la Argentina ya es moneda corriente. No se respeta el derecho ancestral de la posesión de la tierra; ocurre desde Corrientes hasta la Patagonia. Se criminaliza a las comunidades indígenas, se las pone en las pantallas de medios hegemónicos como violentos o usurpadores. La justicia es lenta para el derecho indígena, no así para los desalojos violentos de los verdaderos dueños de las tierras por historia y cosmovisión.
Para comentar debe estar registrado.