SALARIO MÍNIMO, VITAL Y POBRE

Por Juan Meza

$21.600. ese es el nuevo techo al que llegará el salario mínimo, vital y móvil (SMVyM) en la Argentina, en marzo. Fue acordado y aceptado por el Ministro de Trabajo, Claudio Moroni, la CGT, CTA y cámaras empresariales. Mientras la escalada del dólar sigue a paso firme y les especuladores están con tenedor y cuchillo entre las manos, el salario mínimo se escurre entre las manos como arena.

La CGT y CTA, junto a cámaras empresariales han llegado a un acuerdo en la Comisión Técnica del Salario Mínimo, Vital y Móvil. La propuesta fue aceptada por Claudio Moroni, Ministro de Trabajo. La propuesta lleva el piso del salario mínimo actual de $16.875 a $21.600 en tres tramos: 12% en octubre; 10% en diciembre y 6% en marzo. De esta manera la suba alcanza un 28%. La última suba del salario mínimo había sido en agosto del 2019 cuando subió de $12.500 a $16.875 representado en términos porcentuales un aumento del 35%. A las claras esta última suba fue mayor a la acordada esta semana.

La Ley de contrato de trabajo define al salario mínimo como “la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”. El espíritu de la Ley pretende hacer una sociedad más justa con un salario en el que se pueda vivir. Pero la realidad está transitando por una autopista distinta a la de la Ley. La canasta familiar supera los $45000. Si entendemos el salario mínimo, vital y móvil como para quien no tiene cargas familiares el concepto de la canasta básica no entraría en discusión, pero este piso de salario le pega directo a las remuneraciones de los docentes y a las jubilaciones mínimas.

Con esta nueva actualización de SMVyM sabemos que quienes lo reciban dejarán de ser pobres para volverse más pobres. No hay salario mínimo que alcance en tanto y en cuanto los empresarios no reduzcan los márgenes de sus ganancias, porque al aumentar los precios de los salarios, y con la escalada del dólar, lo que hoy tiene un precio, mañana tendrá otro superior, se va corriendo un poquitito más hacia adelante, como la utopía de la que hablaba Galeano.

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