Por Verónica González
Foto Osiris Martí
¿Dónde queda el resto de humanidad
que acaricia la voz descalza?
¿Dónde retumban los gritos
de los asesinados,
de los que mueren de amor,
de los olvidados?
¿Cómo pellizcar la indiferencia
de ternura,
y rescatar el amor de la desidia?
¿Cómo patear la zona de confort,
las apariencias que destruyen,
la verdad que tambalea
por la cornisa de la duda?
¿Cómo me invento otra piel
si no hay capa que resista
ni anticuerpos que me salven
de este agujero,
por donde se cuela el frío
que decidió postergar
la primavera
para atropellar luciérnagas?
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