Por Deodoro Erdosain.
En la entrega anterior de está nota habíamos quedado en compartir el testimonio de la compañera Carla Poth, Politóloga e Integrante de la “Multi”, donde se explaya a cerca de los principios rectores de la Organización que planta cara al flagelo de la destrucción de cuerpos y territorios a manos de empresas transnacionales y sus socies-cómplices estatales y civiles.
Sin mas preámbulos le damos paso a sus dichos, en los cuales con sencillés y claridad nos cuenta que “la Multisectorial, desde que surge, tiene ciertos principios rectores, luego de muchos debates políticos, que nos llevan a pensar nuestras estrategias. El primero es pensar que el agronegocio es una expreción expansiva del capital en el agro y, en ese marco, que el agronegocio tiende a eliminar y a avanzar por sobre todo aquello que busca plantarse como una alternativa. (…) Una de las discusiones que nos dimos desde el principio de la Multisectorial, fue plantear efectivamente que la Mulisectorial aboga por una producción sustentable en el ambiente, amigable con el mismo, saludable para el consumo, respetuoso de la dignidad humana y animal. Esos son los principios rectores que nos mueven a promover la agroecología. Ahora bien, entendemos que la promoción de la agroecología tiene que ir acompañada de una lucha contra la instalación del agronegocio y, para nosotros esto es fundamental, lo que nos hace constantemente, por un lado, promover el desarrollo de la agroecología (y hacia eso van muchas de nuestras estrategias), pero al mismo tiempo generar herramientas para denunciar el agronegocio, denunciar las prácticas realizadas en el territorio y denunciar la responsabilidad del aparato estatal en la expansión de estas prácticas productivas. Eso es lo que va articulando constantemente el trabajo de la Multisectorial. Atado con esto va otro elemento que se transforma, de alguna manera, en uno de los elementos que construyen nuestras estrategias políticas, esto es: entender que efectivamente el Estado no es que “deja hacer”, sinó que es un sujeto activo en la promoción del agronegocio. Entonces, frente a eso, si bien como Multisectorial participamos en algunas instancias que son convocadas por parte del Estado, como pueden ser audiencias públicas, espacios de formación, etc., nuestro carácter en esos espacios siempre va desde una linea denunciativa en términos del agronegocio y una linea propositiva hacia la agroecología. Incluso cuando discutimos las distancias sobre fumigaciones, que en muchos casos hemos tenido que llevar adelante esas discuciones, nuestro planteo es: no vale discutir distancias si no existe un compromiso concreto en la reconversión del proceso productivo hacia la agroecología. Podemos discutir distancias de acá ala China, pero si se sigue fomentando, se siguen generando políticas de estado para el fomento del agronegocio, las distancias quedan absolutamente en una discusión vacua. Entonces en esa linea nos movemos incluso con el Estado, donde entendemos que para el Estado, al día de hoy, sin importar el gobierno nacional, provincial o municipal con el cual nos hayamos enfrentado, la política siempre ha sido la promoción del agronegocio y en ese contexto todo lo asociado a la agroecología ha tendido a ser mero discurso y eso salimos a denunciarlo y eso lo planteamos concretamente. Por eso tenemos una relación bastante compleja con el Estado en ese sentido.
Sobre algunos trabajos que vienen concretando nos dice:
La Multisectorial tiene laburos muy fuertes en lo que tiene que ver con escuelas fumigadas. Una de las cosas que caracterizan mucho al espacio es que mas allá de la diversidad de nuestros orígenes de militancia, la mayoría de nosotres somos docentes, entonces una de las cuestiones que hemos trabajado con mucha fuerza es un mapeo de escuelas fumigagdas que ha servido y lo hemos hecho en varios municipios y ha servido muchísimo para visibilizar la problemática y para trabajar con les mismes docentes de los municipios, entonces este trabajo siempre fue muy útil. Después, en cada territorio trabajamos de manera muy particular, pero sí tratamos de consolidar redes de intercambio y de consumo de agroecología. O sea, la mayoría de nosotros no somos productores, pero sí, lo que hacemos es conectar consumidores con productores. No funcionamos como “nodo” porque no es que nosotros como espacio nos encargamos de distribuir, sinó que lo que hacemos es concientizar en la necesidad del consumo agroecológico y conectar a aquelles que están buscando, a partir de esa concientización, consolidar el consumo agroecológico, con los productores. Entonces hacemos esa conexión que en muchos lugares es sumamente importante, y tenemos, en la mayoría de los lugares, redes asociadas a eso. Tenemos también espacios de construción de salud colectiva, participamos generalmente en talleres de concientización de lo que significan el agronegocio y la producción agroecológica y, una de las cosas que también hacemos es participar de “la Multisectorial contra la ley Monsanto-Bayer de semillas” porque trabajamos mucho el tema de la apropiación, por parte de las empresas transnacionales semilleras, de la producción de conocimiento. trabajamos mucho contra la ley, contra los intentos de reforma de la ley de semillas que tienden a buscar la privatización de las semillas. La “Red de Plantas” es un espacio que también confluye mucho con nosostros en Marcos Paz y ellos trabajan mucho esos temas. Tenemos una línea de trabajo bastante extensa que tiene una relación muy tensa con el Estado en términos de que nuetra participación en los ámbitos políticos tiene un límite muy concreto que es reconocer la responsabilidad política que tienen los diferentes estamentos, municipal, provincial y nacional en el desarrollo del agronegocio.
Finalizando la entrevista le pedimos su opinión sobre los obstáculos que enfrenta la agroecología como modelo de produción de alimentos y nos refiere que (…) uno de los principales temas es la política de Estado, este es uno de los pricipales límites. Hay un proyecto, que no es un proyecto de este gobierno, sinó que es un proyecto que no tiene color electoral porque desde la década de los ´90,en adelante, el proyecto del agronegocio ha tenido una continuidad acérrima sin importar el color político de quien esté en el Estado. Sin importar que hayan sido Estados municipales, provinciales o nacionales hay una apuesta por el agronegocio, hay una apuesta al Estado argentino y al continente latinoamericano, el Abya Yala,como productor de insumos del agronegocio y de creación de valor vía uso insustentable del suelo. Porque no es solo la expoliación de los recursos naturales, sinó que las grandes transnacionales vienen a nuestros territorios a generar ganancias a través de la comercialización de agrotóxicos y semillas transgénicas y es un proyecto que está instalado como proyecto político y como única forma de producción posible y que está alimentado por un montón de discursos progresistas o mas o menos progresistas; algunos tienen que ver con, por ejemplo, el pago de “la deuda”, o sea: el agronegocio es el factor central de inserción de dólares en la Argentina, en un contexto donde es necesario pagar la deuda externa. En un contexto de crisis económica el agronegocio se vuelve necesario para obtener divizas. Y en discursos mas progresistas, distribucionistas plantear la necesidad del consumo: el Estado argentino necesita divizas, ya no para pagar deuda, sinó para redistribuir vía el consumo interno. Entonces, a como dé lugar, y sin importar que con argumentos mas de derecha o mas de izquierda, el agronegocio siempre termina siendo la, entre comillas, única forma posible de sustentar la economía argentina. Ese es el principal límite, y es por eso que hay un proyecto político que no te está preguntando por otras formas posibles. Los proyectos políticos que sí se están preguntando por otras formas necesarias, porque lo que decimos desde nuestra organización es que no solo el agronegocio no es la única forma posible, sinó que ya es absolutamente imposible, dada la crisis ambiental y sanitaria que venimos viviendo hace muchísimo tiempo. Nosotros que sí venimos construyendo otras formas necesarias y posibles tenemos ese proyecto político pero desde el Estado no es un proyecto político que resulte viable para la necesidad del capital global. Entonces podríamos decir, quizàs hasta sitetizando, que el principal límite termina siendo el sistema capitalista que necesita del agronegocio para continuar con su proceso de ganancia, acompañado con los proyectos políticos que buscan la reproducción de es sistema capitalista. Por eso para nosotras y nosotros en la Multisectorial, no podemos pensar en capitalismo escindido del agronegocio ni escindido del patriarcado. Nosotras tenemos una mirada integral asociada a que: para cambiar una cosa tenemos que cambiarlas todas, y la construcción política está en eso y la venimos llevando adelante ya hace varios años.
La lucidés de Carla nos impele a saber mas sobre la Multisectorial y, en breve, nos pondremos en contacto con otres integrantes de la misma para conocer, a través de elles diversas aristas de esta organizacón que se opone y propone.