Por Juan Meza
El INDEC dio a conocer los números de la pobreza, el de los caídos del sistema, esos que el virus del capitalismo feroz se come día a día de a millones.
Diecinueve millones de personas en Argentina son pobres. En 2017 los pobres eran 11 millones, en 2019 16 millones y hoy en 2021 (fines del 2020) son 19 millones. En tan solo 3 años este verdadero flagelo creció de manera abrupta con 8 millones de personas que han caído por debajo de la línea de la pobreza. De esos 8 millones, 3 millones fueron en este último año, en el que la pandemia del COVID-19 golpeó de lleno al mundo cayendo de manera muy fuerte sobre los que menos tienen, y no solamente con los infectados, sino con el peso del sistema en sí. Ese aumentó del 35.5% al 42% en tan solo un año tiene variantes en explicaciones. De las económicas se podrán encontrar de la vertiente heterodoxa y de la ortodoxa y quizá alguna distintiva que pinte de colores esta atrocidad. De la política también se podrá encontrar distintas miradas y soluciones que pueden ir desde “la inflación es tu incapacidad para gobernar” hasta “nos vamos a ocupar de los menos tienen”. Ninguna, pero ninguna, y tenemos un aval de 45 años de recetas y recetas, va a ponerle un plato de comida a la gente que hoy más lo necesita.
Luego de la recuperación del 2002 donde el índice de pobreza fue del 57.5%, hubo un destello de luz para los que menos tienen siempre. Hubo un Estado que los tuvo presentes e intentó rescatarlos de ese pozo que las prácticas neoliberales los arrojaron. Pero como toda política y decisión blanda, sin cambios profundos ni estructurales se cae, y esa es una de las explicaciones de lo que hoy pasa. Quienes inflan el pecho sacando de los bolsillos parches a la economía de esos años sería importante que miren para sus adentros y exijan a quienes hoy tengan el mando que viren el barco lo antes posible antes de chocarse de lleno con cualquier cosa y esto se hunda más.
Lo indigentes también crecieron de manera significativa. En este año de pandemia, donde la economía se freno casi todo el año, la indigencia creció del 8% al 10%. Desde el 2017 al 2020, pasaron de ser 1.100.000 los indigentes a 3.000.000. Es un número que asusta y que duele.
LOS POBRES SON CADA VEZ MÁS POBRES
La delgada línea imaginaria trazada por un sistema que no puede contener a todes los habitantes del país es cada vez más delgada y eso se nota en cada esquina, en cada plato, en cada espejo. Un hogar pobre, ve cada vez más inalcanzable poder cubrir las necesidades básicas. Al finalizar el año 2020 la brecha entre el ingreso y lo que costaba la canasta básica era del 42% por debajo. En números reales lo podemos graficar así: la canasta básica para fines del año pasado rondaba los $51.000, mientras que el ingreso promedio era de $30.000. para tener en cuenta la magnitud de estos números hay que mirar 2 años para atrás, en 2018 la canasta básica rondaba los $20.000, el ingreso medio del hogar pobre era de $ 12.400, o sea 36% por debajo. En dos años el poder adquisitivo promedio del hogar de la gente más olvidada creció, en perdida, del 36% al 42% por debajo de la canasta básica. Es la única manera de graficar una suba en el poder adquisitivo del país.
Al inicio del último proceso militar en nuestro país la pobreza era del 8 %, al final de esa pesadilla esos niveles habían crecido a casi el 20% de la población. En el gobierno de Alfonsín, los niveles de pobreza se mantuvieron en un 20%, y para el fin de su mandato, en la hiperinflación de 1989-1990 era casi del 47%. En los 10 años del menemato la pobreza siempre se mantuvo por encima del 30%. Lo mismo siguió con De la Rúa quien no hizo nada para bajar esos niveles, por lo contrario, profundizó más una crisis que para el 2002 era del 57.5%. Durante el periodo de Nestor Kirchner el INDEC midió en el segundo semestre del 2006 26.9%. En los años siguientes, durante la presidencia de Cristina Fernandez, con la intervención de Moreno en el INDEC daban números que eran pocos confiables y los ojos giraron hacia el Observatorio de la UCA quien daba cerca de un 30% de pobres en el país. Ya con Macri al final su mandato los números también fueron por encima del 35%. Y hoy con Alberto Fernandez ya son 42%. A lo largo de estos años, en esta línea de tiempo breve, podemos ver que no importa la formula que se aplique, los pobres siempre están por encima de márgenes que solo este sistema capitalista los puede mantener.
A pesar de que se vislumbra una recuperación, en términos macroeconómicos para este año y todos los cañones estén apuntando a eso, más allá de la pandemia y la falta de vacunas que hace todo cada vez más cuesta arriba, no hay perspectiva que el panorama cambie para 19 millones de personas. Porque los números macro no mejoran la calidad de vida de los micro.