Por Verónica González
Prefiero
las Fresias.
Los días de sol
menos los domingos.
Los aeropuertos
sin despedidas
y el mar cuando cae la tarde.
Prefiero
el perfume del pasto
sobre mis pies descalzos
y las mariposas en primavera.
Los bailes
en la calle
y la luna en el campo.
Prefiero
la gente que no escapa
cuando el charco se acerca.
A los irreverentes
que a los indiferentes.
Prefiero
un bar con billar
la rayuela en el piso
y un llanto de risa.
El grito
que vomita la revolución
como un primer amor
que siempre llega.
Para comentar debe estar registrado.