Por Redacción ANCAP
“Dispará cobarde, vas a matar a un hombre!” Esa fue la frase de Ernesto Che Guevara segundos antes de ser asesinado por Mario Terán en La Higuera, Bolivia. El pasado jueves en horas de la mañana la noticia que recorría los portales de América latina informó la muerte de éste verdugo a sus 80 años a causa de una enfermedad que llevó durante varios años.
El 9 de octubre de 1967 a partir de las órdenes dictadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) se tomó la decisión, y el Sub Ofical Terán fue quien sentenció la decisión a sus 25 años. Gary Prado fue el encargado de confirmar la noticia de su deceso, hoy como General retirado, y en aquellos días de 1967 como principal referente para el operativo de captura de Guevara.
En el año 2014 Terán declaró a un medio de España que él no mató a Guevara. Poco duro esa teoría, Gary Prado en el mismo medio de comunicación salió a reafirmar que este hombre había disparado contra el Che.
“Di un paso atrás cerré los ojos y disparé”, esta declaración de Mario Teran Salazar recorrió el mundo entero. Rene Barrientos era el presidente de Bolivia de ese momento, y tenía un profundo odio contra la guerrilla y las ideas comunistas.
El día 8 de octubre de 1967 en horas de la mañana en un monte cercano a la escuela de La Higuera donde lo asesinan, fue capturado. La zona era la Quebrada del Yuro. Los soldados de Barrientos fusilaron a varios guerrilleros que acompañaban a Guevara, y uno de los tiros impacto en su pierna izquierda . Así fue que lo llevan, y a los 39 años pierde la vida una persona que es bandera de solidaridad para miles de pueblos de América Latina.
El Coronel boliviano Zenteno llegó en el helicóptero junto al cubano anticastrista Félix Rodríguez, agente de la CIA, que llevaba el nombre de “capitán Ramos”. La orden que tenia el cubano era interrogar a Guevara en La Higuera. Zenteno ya tenía la orden de matar al Che. El historiador y escritor Pacho Odonell, en su investigación sobre la vida del guerrillero heroico, relató el encuentro cara a cara entre Rodríguez y Guevara: “El supuesto capitán entró en la habitación y acercando su cara hasta casi tocar la del Che, en una actitud prepotente, le preguntó: “¿Tú sabes quién soy?”. Guevara lo miró y le dijo. “Sí, un traidor”, y lo escupió en la cara”.
En la tarea de dilucidar quien seria el encargado de disparar el gatillo, pide voluntarios y todos se ofrecen. En ese momento el elegido es Mario Terán Salazar. Según la investigación de Odonell Zenteno debe viajar a la ciudad de Vallegrande y es Félix Rodríguez quien debe ordenar a Terán el fusilamiento. Teran entra y sale en varias oportunidades del lugar donde se hallaba Guevara, sufre la burla de sus colegas, le costó tomar el valor, ingresó y antes de disparar el gatillo recibió las ultimas palabras de Guevara “Dispará cobarde, vas a matar a un hombre”
La última foto la pudo capturar Marc Hutten, reportero de France Presse, cuando en Vallegrande el cadáver del Che expuesto al público con su cuerpo rígido, los ojos que aun seguían observando y su pecho yacía desnudo. Nacía el mito y moría uno de los hombres con más valor de la historia de nuestra América.

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