Por Hugo Gancia
Qué risa que me dan quienes postergan
alcanzar la libertad, por perezosos.
Los que duermen y se evaden de la vida,
negando inviernos, matando veranos.
Los que amando en seco, escépticamenente,
no pisan el barro de las decepciones.
Autómatas de carne, títeres risueños
que van por el mundo comprando pasiones y de las migajas hacen su sustento.
Seres indolentes, faz con anteojeras.
Viven del relato, no de realidades
y al fin del camino mueren sin dolores.