Por Hugo Gancia para ANCAP
No pienso resignarme a esta agonía
ni a rifar mi libertad en una urna.
Subiré al monte, envuelto en la nocturna
niebla de Revolución que anuncia el día.
Si el nefasto interregno que comprende
este tiempo entre mundos sucesivos
hace trizas lo que sueño y lo que escribo,
ha de ser cara la derrota que se vende.
Hablan de libertad los miserables
y son la propia esclavitud exacerbada
que engaña a la ignorancia obnuvilada.
Arcáica ideología reciclable
que intenta entronizar a un indeseable
y son cantos de sirena su llamada.