Por Ana Cadabra
¿Fuimos 150000 u 800000? ¿Fuimos más de un millón?
¿Cómo se mide una marcha? ¿En las contabilización de la policía de la ciudad? ¿En los titulares de tapa de diario de los medios hegemónicos? ¿En las estimaciones alternativas de los grupos de vecines y de la vuelta en subte?
¿Se mide por los carteles: cantidad, creatividad, innovación, sacrificio?
¿Por los sectores representados ? FUA FUBA UNB UNLZ UNLAM universidad piquetera UNLa UTN UNLu UNQUI UNAB ISFD números varios, Trabajadores no docentes, Asambleas barriales. Sindicatos con y sin batucada, partidos políticos con y sin megáfono, con bandera de arrastre, con bandera chica con bandera grande.
¿Se mide por la magnitud del protocolo represivo aplicado o replegado?
Cómo se mide una marcha.
¿Por sus acuerdos y sus contradicciones? ¿Por sus tensiones y por sus interpelaciones?
¿Por la confluencia de votantes y no votantes? ¿De arrepentides y de estafades? ¿De desencantades y de ofuscades?
¿Por generaciones movilizadas se mide? ¿Por vínculos: les hijes de, las madres, los abuelos de, las tías de?
Por nivel: aspirante, estudiante, graduado, ¿por facultad?
Por último nivel de estudio: de grado, posgrado, tecnicatura, licenciatura, diplomatura, especialización, maestría doctorado, posdoctorado.
¿Se mide contando cuántxs dicen que es el inicio y cuántxs dicen que es el fin?
¿Se mide la marcha por provincia? ¿Por localidad? ¿Por nacionalidad? ¿Por barrio? ¿Por tribu?
Por les mediques de la universidad pública, les radiólogues, les enfermeres, les odontólogues. Les abogades de la universidad pública, les psicólogues, les ingenieres, les arquitectes, les musiques, les artistes, les periodistes, les contadores les trabajadorxs sociales, les sociólogues, les antropólogues. Todes les profesionales que atraviesan nuestros días y configuran, asisten, cuidan nuestros espacios.
Medir la marcha.
¿Por horas de vigilia días de preparativos y planificación?
¿Por cantidad de calles copadas movilizadas recuperadas reencontradas?
¿Por las lágrimas los cantos los abrazos las risas el barullo el bochinche los estruendos?
Por el orgullo de les profes que habitan los claustros las aulas los patios los buffet los kioscos las radios abiertas las asambleas, por la algarabía la organización y la rabia de los centros de estudiantes.
Por los agradecimientos para la universidad pública, los buzos las remeras los posteos la estampita.
En honor a les profes que enseñan metodología de la investigación, pensamiento científico, que explican que hay métodos cuantitativos y cualitativos para analizar los fenómenos sociales: para hablar de la marcha federal universitaria y cómo se mide la adhesión a su defensa, el reclamo por el presupuesto y el tamaño del abrazo, la pregunta obligada, la premisa ineludible es de qué lado de la mecha te encontrás. Si estás entre quienes insisten en la negación, (el negacionismo), los prejuicios, las segregaciones, el individualismo, la explotación la exclusión, el desamparo, la crueldad, el desatino, el retroceso, el oscurantismo. Si estás siendo de les que insisten en los muros, las cadenas los bozales los alambrados los caniles. De les que obturan el crecimiento, la búsqueda, el error, el ensayo, la propuesta, la discusión. Si estás entre quienes clausuran lo diverso, el sueño, el deseo, la posibilidad, la imaginación y las utopías.
O no. O estás al otro lado.
Para analizar los fenómenos sociales, este hecho social esta marcha, para medirla, definirla, contarla, la pregunta primera, crucial, es la pregunta por la mirada, la perspectiva, el enfoque. El tamiz, cedazo, filtro que use el analista, los columnistas, les panelistas, las opinadoras, les entrevistados, los conversadores, dirá si la marcha fue pequeña o inmensa. Si fuimos pocos, muchos, un montón.
La credibilidad de la conclusión podrá ser puesta a prueba haciendo memoria y con archivo. Con el registro de las emociones y los encuentros. Con la resonancia global de esta patriada.
Entonces no habrá dudas.
En la marcha federal universitaria estuvimos todes, todes nos llevamos. En la marcha por lo público, por el derecho inalienable e insustituible a la educación, no faltó nadie.