“A las mujeres que habitan todos los tiempos, a las que han parido frutos de sus ideales”
Mujer que cargas las miserias del mundo.
Mujer que amas con el útero colmado del más bello amor. Que luchas aguerridamente forjando una humanidad donde las palabras libertad, ternura, cooperación, igualdad y anarquía no resuenen como ecos extraños y lejanos.
Mujer capaz de tejer sueños esperanzadores dentro de tu vientre y acunarlos en tus entrañas con el puro apego maternal que emana de tus venas.
Que concibes la vida como poesía y cuando te sientes triste le preguntas al viento: ¿A dónde van los pájaros sin mar? ¿Y la obrera enamorada, cansada de enmendar quimeras? ¿Y el hombre con sus penas, dónde las deposita? ¿A dónde van las caricias que no son dadas, y la mirada que no es correspondida, a dónde se dirige?
Mujer en la memoria de tu cuerpo sabio y ancestral, habitan las huellas de un pasado marcado por la naturaleza colmado de risas y placeres, al cual el hombre y vos se entregaban deliciosamente, abarcados por el amor, la reciprocidad y la igualdad.
Mujer, vos que sabes que del dolor renacerá la poesía y volarán como mariposas insurrectas y rebeldes, a las manos que resisten y luchan.
Mujer no te canses de gritar, es tiempo de voces unidas, no te agobies de cultivar la flor del amor universal, es tiempo de sembrar una nueva humanidad.