El 20 de noviembre de 1845 se libró la batalla de la Vuelta de Obligado, en las aguas del río Paraná, combate por el cual hoy se recuerda el Día de la Soberanía Nacional
Nota Manuel López mlopez.ancap@gmail.com
Durante 1845, tanto Gran Bretaña como Francia tomaron la determinación de atacar a la Argentina. En ese entonces, Juan Manuel de Rosas desempeñaba el cargo de gobernador de Buenos Aires.
El objetivo de la invasión era claro: económico y territorial. Si se lograba conseguir el paso por Corrientes, Entre Ríos y lo que hoy es Misiones, se obtendría el pase libre a través del Río Paraná. Sin embargo, se obviaba que la Argentina no era territorio colonial y que se estaba atentando contra su soberanía.
Rosas encargó la defensa argentina a Lucio N. Mansilla. Esta constaba de 6 barcos mercantes y 60 cañones de bajo calibre contra 22 buques de guerra que disponían de 418 cañones, 3000 tripulantes y 880 soldados profesionales. Asimismo, la resistencia local dispuso 4 baterías costeras (cañones situados en la ribera) y 2000 hombres provistos de armamentos muy básicos (mayoritariamente gauchos) distribuidos en trincheras.
Con poco más que nada, se decide hacerle frente a las potencias. El principal resguardo de Mansilla recaía en las dificultades que les pudiera ocasionar la navegación en la pronunciación de la Vuelta de Obligado. En dicho ángulo, el río se angosta y hace dificultosa la marinería. Además, se dispuso atravesar el río por tres gruesas cadenas para defender el territorio.
Tras horas de combate, la defensa ya no contaba con municiones para frenar el arribo enemigo. Lograron romper las cadenas que intentaban contener los buques de combate y los invasores desembarcan en territorio costero. Se trataba, principalmente, de fuerzas francesas. En la incursión, se hicieron de 21 cañones de la resistencia nacional.
El saldo fueron 250 muertos y 400 heridos para las fuerzas defensoras, mientras que el bando contendiente se vio afectado por 26 muertos y 86 heridos. Aunque las flotas asaltantes resultaron triunfantes, se vieron obligadas a aceptar la soberanía argentina sobre los ríos interiores y los territorios del litoral.
El “Día de la Soberanía Nacional” surge tras una solicitud del historiador José María Rosa, en conmemoración a la “Batalla de la Vuelta de Obligado”. En 2010, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró un monumento recordando la gestar militar llevada a cabo por los combatientes. La obra se ubica en la localidad de San Pedro, provincia de Buenos Aires. Dicha inauguración se enmarcó en los festejos del Bicentenario.