Docentes de las escuelas rurales fumigadas con agrotóxicos se hicieron presentes en el Tercer Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados. Sufren en carne propia este genocidio químico y tomaron la palabra. Ordenanzas municipales que empeoran. Intereses políticos y económicos .Amenazas que apuntan a reducir esta lucha contra la vida fumigada.
Por Federico Paterno
Jorge Bevaqua es miembro de la “Asamblea de Concepción del Uruguay”y fue de los primeros en tomar el micrófono para contar la experiencia de fumigaciones en esta zona. Respecto a la campaña “Paren de fumigar” indicó “Nos parecía importante tener un registro de las escuelas fumigadas, en el departamento Uruguay tenemos 80 escuelas rurales y al hacer el relevamiento nos enteramos que la mayoría de las escuelas está rodeada de lotes de agricultura industrial, muy cerca, a menos de la distancia de 50 mts que es lo que marcaria la provincia. Las enfermedades de los nenes era muchos casos de afecciones respiratorias, todo relacionado a las fumigaciones”.
¿Cómo evitar las fumigaciones? “Lo primero que hicimos fue hacer carteles que instalamos en las escuelas de mayores problemáticas. En algunas el productor que fumigaba amojono los 50 mts que marcaban la distancia con la escuela; para que el mosquito no pasara esos 50mts. Esas al menos no las fumigan al borde, que es nada, pero para nosotros es un logro”.
Las denuncias penales son reiteradas por parte de las docentes rurales, pero lo que también resaltan es el trabajo que se hace desde el espacio curricular para que el niño o niña lo replique en cada casa y de este modo tomar conciencia de lo que provocan las fumigaciones.
Los fumigadores tienen la obligación de avisar 48 horas antes de la fumigación que llevaran adelante. ¿Se cumple? No.
En el departamento Uruguay hay 41 escuelas; entre ellas 25 tienen lotes de agricultura industrial a menos de 50 mts, que es lo que indica la legislación. Hay 15 de estas que fueron fumigadas y 11 fueron rociadas en hora de clase es decir con niños y docentes en el lugar.
MARIELA LEIVA DOCENTE DE ESCUELA FUMIGADA DE ENTRE RIOS
“La escuela donde trabajo fue fumigada el día 4 de diciembre del año pasado mientras dábamos clase. Está rodeada de cultivos, llame a la policía y cuando vinieron ya había una de las nenas vomitando y el resto con mareos y dolor fuerte de cabeza. Todo paso después de las 13 hs, al otro día ya era viernes y el Ministro de Educación de la provincia se hace presente en la escuela como también el Intendente del pueblo y gente del gremio docente, hicimos un acta done el Ministro de Educación se comprometía por la salud de docentes y alumnos. La causa se judicializo, nos sacaron sangre. Desde criminalística de la provincia nos terminan informando que no hay medios para saber si teníamos agroquímicos en sangre. Hasta hoy no lo sabemos”.
De la escuela donde trabaja Mariela tiene un pedido claro y sin rodeos para las autoridades pertinentes “Pedimos por favor que se haga algo y que paren de matarnos y de envenenarnos”.
ESTELA LEMES DEL DEPARTAMENTO DE GUALEGUAYCHU DE ENTRE RIOS

“La lucha viene del 2010, hago la denuncia de ese año y en el 2011 y en el 2012 al encontrarme muy sola con mis gurises decidí ir a pelear con el aplicador de agroquímicos. Estuve un rato tratando de que me vea y él me responde que no sabía que eso era una escuela. Al llamar a la policía hice la denuncia penal y la seguí solita, el gremio aquí no me apoya. La causa se cierra por falta de pruebas así dice en su última foja. Yo tengo Clorpirifo de Etil 1.6 en sangre. Este agroquímico puede provocar desorientación, pérdida de la memoria, falta de concentración, depresión severa, irritabilidad, insomnio y dificultad para hablar luego de una exposición crónica en humanos. No se hace cargo nadie de esto. En el Hospital Fernández una toxicóloga ambiental me está atendiendo. En la escuela pararon de fumigar hasta el momento”.
Una de las reflexiones finales de la docente fue de aliento para el resto: “No tenemos ya plantaciones de soja alrededor de la escuela, solo vacas y eso esta buenísimo”.
SOFIA RAMIREZ, DOCENTE DE ESCUELA FUMIGADA DE SANTA FE Y DE FAMILIAS DE LA ORGANIZACIÓN “OBREROS DEL SURCO”
A los “Obreros del surco”se los llama de esta manera porque son aquellos que trabajaban en la cosecha de algodón y caña de azúcar en los campos. Al momento de llegar las tecnologías a estos campos el trabajo disminuye hasta desaparecer. Al quedar sin ingreso económico por ausencia de trabajo deciden estos obreros rurales asentarse en las zonas linderas a los campos, al costado de las calles, los mismo lugares donde hoy se fumiga con glifosato entre otros agrotóxicos. Esos mismos niños que viven ahí son quienes son fumigados a su vez en las escuelas rurales donde estudian.

Sofía Ramírez es docente de la escuela y explicó que “hay mucha ignorancia por parte de mis vecinos y por parte de los dueños de los campos. Los defienden mucho a los agricultores y como es muy difícil comprobar que las enfermedades que tienen todos en la zona son producto de los agroquímicos todos me apuntan con el dedo. Yo misma vivo en un asentamiento al costado de la calle y también pertenezco al sector marginado de la población y ahí mismo lindero tenemos un campo donde fumigan en un campo con soja y girasol. Hicimos la denuncia, pero no pasa nada, pese a la ordenanza municipal de los 800 mts de distancia para fumigar. Tendremos que tomar otro tipo de medidas”.
En su remate al finalizar su relato en el Tercer Congreso de Pueblos Fumigados la maestra rural advirtió “Este “Paren de Fumigar”tiene que ser avanzar; y está en nosotros y en los “obreros del surco”, que son los más relegados, los más perjudicados y los menos escuchados”.
ANA ZABALOY, DOCENTE DE SAN ANTONIO DE ARECO
Sola llegó desde Areco, así comenzó su exposición en el turno de hablar. Muy decidida y con mucha firmeza para sostener una lucha contra todos, porque Areco es un pueblo 100 % sojero y nunca dio el apoyo a esta lucha por la vida.
“A nosotros nos fumigaron por primera vez en junio del año pasado con 2 4 D pegado al alambrado de la escuela y en pleno horario escolar. Yo salí a hablar con el que maneja el mosquito cuando frenó hablé con él y al inhalar accidentalmente ese producto sufrí una Parestesia semi facial que duro 15 días más dos meses de tos. Hice la denuncia penal y fui a los medios locales. Se discutió una ordenanza que marca 100 mts de distancia para fumigar. La anterior ordenanza indicaba 200 mts , “ese fue nuestro logro”. En septiembre y en marzomás octubre también tuvimos fumigaciones. Areco es muy agrícola y meterse con el campo es meterse con dios,recibimos amenazas y se nos ningunea. Los chicos son fumigados en la escuela y en sus casas. Yo en la escuela no tengo patrones ,pero en las casas la mayoría trabaja para la gente de campo que fumiga”.
Zabaloy le propuso un intercambio de roles a un aplicador de agroquímicos, pero no le gusto la idea: “Un productor me dijo que yo podía estar con mis chicos jugando a la pelota en el patio y que se fumigara y nada iba a pasar, a lo que yo le propuse cambiar los roles que el viniera con sus hijos a jugar y yo los fumigaba, pero no aceptó el cambio”.
Gracias al apoyo del equipo que coordina el Doctor Damián Marino en la Universidad de La Plata (EMISA) se detectó con las muestras un resultado de. sieteagrotóxicos diferentes. “No deberían estar ahí, porque los chicos ahí juegan. Son demasiados los intereses económicos y políticos”, culminó la docente.

Respecto a los agrotóxicos que se hallaron, aquí una descripción de cada uno:
Acetoclor. Fungicida Clase II, declarado probablemente cancerigeno por la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC). Estudios científicos han comprobado efectos crónicos: toxicidad renal, oligoespermia, atrofia testicular y nefritis intersticial.
Glifosato. Herbicida Clase III, declarado probablemente cancerigeno por la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC) en Marzo de 2015. El glifosato ejerce su acción herbicida a través de la inhibición de una enzima, enol-piruvil-shikimato-fosfato-sintetasa (EPSPS), impidiendo así que las plantas elaboren tres aminoácidos aromáticos esenciales para su crecimiento y supervivencia.
Atrazina. Herbicida. Clase II. Es reconocido como un peligroso disruptor endocrino. Se ha comprobado su afectación al sistema reproductivo. En los seres humanos, a exposiciones de corta duración provoca el enrojecimiento de los ojos y puede causar efectos en el sistema nervioso central. Si la exposición es prolongada o repetida puede producir dermatitis o sensibilización de la piel, puede afectar al hígado y al riñon.
Pyraclostrobin. Fungicida, Clase II. Es irritante para la piel y muy peligroso si se inhala.
Azoxistrobin. Fungicida, Clase II. No se le conocen aun efectos, por no existir investigaciones científicas en razón de tratarse de un agrotóxico relativamente nuevo.
Alfa-HCH. Insecticida. Comúnmente llamado lindano. Es neurotóxico nivel 2, hepatotóxico y causa efectos inmunosupresivos y cáncer en animales de laboratorio. Fue declarado como posible cancerigeno en humanos por la IARC. El alfa-HCH es neurotóxico, hepatotóxico y causa efectos inmunosupresivos y cáncer en animales de laboratorio. El alfa-HCH puede tener efectos adversos para la salud humana.
Clorpirifos: Insecticida. Presenta efectos de Toxicidad crónica y a largo plazo. Es neurotóxico nivel 2 (colinérgico, neuropatía retardada). Es disruptor endocrino categoría 2. Se le reconocen efectos genotóxicos: aberraciones cromosómicas; también provoca Parkinson y otros efectos crónicos.

Las escuelas fumigadas tienen exponentes muy claros de resistencia ante el genocidio químico de los agrotóxicos y estuvieron en este Congreso demostrando las agallas para defender un solo modelo: el de la vida.
-La descripción detalla de los agrotóxicos se obtuvo mediante la información detallada del portal web: http://www.naturalezadederechos.org/default.htm
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