TEVEZ Y EL DILEMA DE SER FIGURA EN ARGENTINA

Retirarme a fin de año es una posibilidad” fue la frase que dijo Carlos Tevez y silencio por un instante a propios y extraños. Esto nos hace preguntar ¿Si la exigencia del medio local lleva a carlitos pensar el retiro?¿Por qué en Argentina nos fagocitamos a los ídolos?¿Es una cuestión fútbolistica o es el contexto lo que atenta contra las figuras?. Por Juan Alberto Perez.

Cuando Tevez tiró esa bomba sobre su posible despedida de la práctica profesional del fútbol se abrió una suerte de debate público descarnado en Argentina sobre “el apache” y su actualidad. Probablemente esta carnicería mediática sea una de las causas por las que Tevez prefiera terminar su ciclo como deportista profesional. Hastiado por el asedio del que es víctima casi desde el día que empezó a jugar profesionalmente al fútbol. “Son las reglas del juego” se escucha cotidianamente. Una justificación poco argumentada y falaz en esencia. Porque esas supuestas “reglas del juego” tienen que ver con la utilización del deporte y los deportistas como un medio de consumo, como bienes que entran en una máquina trituradora -al que lo llaman “el ambiente”- en dónde todo vale, todo sea por la posibilidad de comerciar la mercancía fútbol. Así es que, esa mercancía, en que se convierten los deportistas, todos los días tienen que vender algo, lo que sea. Vale lo mismo una buena actuación el domingo que los gestos o el saludo o no entre un futbolista con un compañero, el entrenador, un dirigente o, lo que sería más escandaloso aún, un periodista. Así es que se despersonaliza a la figura del deportista, deja de ser un ser humano para convertirse en una cosa que se utiliza para generar impacto y llenar horas y horas de TV, radio y hasta sitios web. Es lógico que, después de casi 15 años de practica deportiva al más alto nivel y con la exposición al tope, alguien diga basta y cansado de todo ello, de que se discuta si se pone tal cosa, o si corre de tal manera o rie o llora, decida terminar.

Además, se cargan las tintas siempre contra la figura de referencia de los grupos. Si el equipo pierde el culpable es la figura, si el equipo gana es su trabajo sobrestimado. En definitiva, los argentinos -o mejor dicho, los medios de comunicación y el mundillo que rodea al fútbol- no valora a los jugadores. Ya pasó con Lionel Messi, súper criticado hasta el cansancio por las derrotas en finales de la selección nacional, decide abandonar la selección y los mismos críticos “lloraban” por todos los medios rogando la vuelta del crack del Barcelona. Es que sin Messi no hay de quién hablar, poco valor le dan a lo que Lionel representa como deportista y como argentino en el mundo. El tema es si lleva a sus amigos al seleccionado, si impone entrenadores o simplemente si se afeita o no. Con Tevez sucede algo similar. Todo lo que carlitos hace es tema de discusión. Y eso a la larga, afecta a la voluntad del jugador y sus ganas de continuar.

Por otro lado esta el juego en sí mismo. El nivel futbolístico en Argentina es cada vez más bajo. Luego de largos años de debate sobre “el fútbol lindo” contra “el fútbol exitista” parece que lo que prevaleció es el ganar como sea. Se imponen valores como “esto no es un espectáculo”, el miedo a la derrota, y la sobrexaltación del físico contra la técnica. Pero ¿qué “es ganar como sea”? Esta acepción es en sí una contrariedad. Es imposible en cualquier ámbito de la vida lograr cualquier tipo de resultado sin una idea de como conseguirlo. Entonces el “como sea” no es tan así. Siempre hay un argumento para el resultado, que en general depende de explotar al máximo las condiciones individuales de cada jugador del que se dispone. Pero el discurso que se impone es que nada sirve más que el ganar, y no hay tiempo para esperar. Eso se termina comiendo los procesos de adaptación de jugadores, el tiempo de asimilación de las formas de trabajo o las puestas a punto desde lo futbolístico y lo físico que tienen los deportistas. Por tal motivo, cada vez se ven peores espectáculos. Y tenemos cada vez menos ganas de sentarnos frente a la televisión, o ir a la cancha a ver los partidos.

Hoy el futuro de Tevez es una incógnita por esos motivos. Él es un extraordinario jugador que cada vez que tiene la posibilidad de estar en condiciones lo demuestra con creces. Por eso, su estado fútbolístico no sería motor de su retiro. Pero sí este contexto que día a día exige resultados sin dar nada a cambio. Si bien carlitos en diciembre puede decir adiós, lo que se va a perder no sólo es un gran jugador sino que a la vez se desvanece aún más la esperanza de que nuestro fútbol de un vuelco hacía “ideologías” que propongan retornar a las raíces que históricamente caracterizaron a la Argentina.

Deja un comentario

Descubre más desde comunicación popular

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo