NI PRESAS, NI CLANDESTINAS, EXIGIMOS ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO, LAS MUJERES DEL MUNDO, LATINOAMERICA Y ARGENTINA

Por Camila Belén para ANCAP

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A nivel mundial es muy variada la composición de las legislaciones. Hay países como Rusia, Canadá, Estados Unidos, China, India, Cuba y en la mayoría de las naciones de Europa, donde el aborto es legal, y para acceder la mujer sólo debe realizar una petición, en el periodo de la gestación establecido por las leyes correspondientes.

Al mismo tiempo en la mayoría de los países de África, Latinoamérica, Medio Oriente, Oceanía y el Sudeste Asiático el aborto es ilegal y está penalizado, salvo en ocasiones particulares donde por ejemplo se compruebe que corre riesgo la salud de la mujer gestante o que el embarazo es causa de una violación.

En cambio está completamente prohibido realizar un aborto, intentar realizar un aborto o facilitar información para la interrupción de un embarazo, en lugares como la ciudad del Vaticano, El Salvador, Malta, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, implicando estas situaciones condenas de cárcel.

Miles de mujeres abortamos cada año en Argentina

Según los datos publicados por Socorristas en Red – Feministas que abortamos, una Red Nacional de mujeres que acompañan a mujeres que deciden abortar, brindando información para la realización de abortos seguros; en 2014 se acompañaron a 1116 mujeres. La misma sistematización de datos del año 2015 arrojó un total de 2894 acompañamientos, y para el 2016 se incrementaron las interrupciones voluntarias de embarazos a 3953.

Estos números son sólo una parte de la realidad, ya que muchísimas mujeres acceden a otras formas de realizarse abortos y no quedan registradas en ningún lugar.

Para ser más específica y echar aún más luz a estos números, si tomamos las 3953 mujeres que decidieron abortar en 2016 y dividimos en los 365 días del año, las cifras reflejan que más de 10 mujeres por día abortan en nuestro país.

Abortar. Una práctica más que cotidiana

Muchas mujeres abortan naturalmente, es decir, tienen abortos espontáneos no medicamentosos en sus primeros embarazos. Las que decidimos abortar, lo hacemos en condiciones peligrosas, con falta de información oficial (por parte del Estado y el Sistema de Salud Pública). La clandestinidad a la que se nos obliga es un entramado complejo de responsabilidades y negociados.

Intentan sumirnos en el silencio, a nosotras, las miles de cada año.

Por eso gritamos.

Gritamos porque el prejuicio ajeno nos ahoga.

Gritamos con furia, con fuerza, con orgullo y dignidad.

Nuestro grito nace desde las entrañas.

Gritamos un derecho que ejercemos día a día

y nos es prohibido por la Ley.

Gritamos por las que no están.

Gritamos el amor, la responsabilidad

y muchas veces gritamos en silencio.

Gritamos solas o acompañadas.

Gritamos porque viviremos, prohibidas o liberadas.

El 28 de septiembre es el Día Internacional de Acción por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Este año millones de mujeres se movilizaron en todas las ciudades del mundo, para exigir el derecho a esta práctica bajo la consigna “un grito global por el aborto legal”, ya que la primera causa de muerte de mujeres gestantes en Latinoamérica son los abortos clandestinos e inseguros.

Las manifestaciones en lugares públicos, congregan a una diversidad de mujeres: las que abortaron, las que acompañan a otras a abortar, que no abortaron ni abortarían pero creen que es justo que todas tengamos derecho a decidir sobre nuestras vidas y nuestras cuerpas, también se convocan nuestras amigas y vecinas, las compañeras de curso y de trabajo. Las calles nos encuentran juntas y en lucha por el primer territorio conquistado por el sistema capitalista: nuestra cuerpa, quien ha sido despojada de la posibilidad de la experimentación del placer.

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