SOMOS TRABAJADORES

Por Juan Alberto Pérez

Los despidos en el Hospital Posadas son una demostración cabal de lo que padecen los trabajadores argentinos. Perdidas de puestos laborales, precarización y represión para ejecutar un plan de ajuste.

Cuando los trabajadores del Posadas decidieron cortar la colectora sabían que se enfrentarían a la maquinaria represiva del estado. Lo habían sufrido el mismo día en que se enteraron de la cesantía de los 120 trabajadores, ya que militarización el hospicio para evitar la reacción de los despedidos. Sin embargo, y empujados por un amplio apoyo popular a la lucha, donde se destacan la participación de organismos de ddhh y partidos políticos, decidieron continuar el plan de acción. Lo que se encontraron fue una sitiada de las inmediaciones de la autovía. Carros hidrantes y decenas de gendarmes, las vedettes del aparato represivo de Macro, Vidal y Bullrich, fuertemente armados. Iniciaron una avanzada los gendarmes con un repiqueteo de sus botas para amedrentar a la movilización que entonaba cánticos que versaban sobre lo vergonzoso que es reprimir a un trabajador.

Si bien no se permitió el corte de la Autopista, y a pesar de la invisibilidad mediática que tienen los despedidos del Posadas, la moral continúa alta debido a las manifestaciones de apoyo que se multiplican día a día. Recordemos que este vaciamiento que se esta aplicando en este hospital dejará sin atención a centenares de pacientes de diversos padecimientos, entre los que se destacan enfermos oncológicos, que en general pertenecen a las clases más humildes y que no tienen la posibilidad de conseguir atención en el sistema de salud privado.

 

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