Redacción ANCAP
Imágenes María del Monte
Si hay algo que quedó claro en esta segunda década del siglo XXI es que el presente y el futuro es de la mujer. Desde la primera marcha de Ni Una Menos, pasado por las masivas movilizaciones en torno al debate del aborto, y todo el movimiento que se armó en torno a la histórica lucha por la equidad de derechos, incluso las voces que se alzan en contra de este momento efervescente de la cuestión de género, como la iglesia y los autodenominados grupos “ProVida”, hacen que la mujer esté en un lugar central de la sociedad impulsada por la propia lucha de tantos años.
Esto quedó demostrado en un nuevo encuentro nacional de mujeres, el número 33, realizado en la ciudad de Trelew, provincia de Chubut. “El encuentro más austral de la historia de los encuentros” como versa el documento de apertura, tuvo la particularidad de hacer hincapié en ser “Plurinacional” en honor de representar a las mujeres de todos los pueblos originarios que habitan el suelo nacional. Esto toma decisiva notoriedad a partir de ser realizado en “territorios ancestrales, donde mujeres originarias han resistido y continúan haciéndolo desde hace más de 500 años” marca el documento iniciático.
El objetivo de fondo no cambia. Es poner en discusión al patriarcado, es exponer sus consecuencias sin importar raza, etnia y clase social. Y fundamentalmente la lucha por la equidad de derechos. La exigencia al Estado de políticas públicas claras y directas para la contención, la no criminalización y la eliminación de los sesgos patriarcales en la sociedad.
El Encuentro tuvo marchas inmensas por las calles de Trelew, que pretendieron ser opacadas por la represión y la detención de un grupo de chicas que transitaba en la zona de la Plaza Independencia. Un grupo de hombre agredió a la caravana y posteriormente la policía detuvo a al menos 6 mujeres, quiénes pasaron la noche en la comisaría y fueron liberadas ante la movilización masiva. Esto se suma a un contexto represivo desde el inicio con varias denuncias de retenciones en las rutas por parte de las fuerzas de seguridad y el intento de imposibilitar la llegada a Trelew para boicotear el Encuentro. También hubo robos, aplicación de violencia y pactos incumplidos por parte del gobierno provincial de Mariano Arcioni. Pero no se pudo, porque la ola no se puede parar, sobre pasa cualquier intento de detención.
El Encuentro finalizó, no sin antes marchar contra los travesticidios y transfemicidios, un flagelo constante que demarca otra arista de lo que es la violencia machista. Se decidió finalmente que la próxima ciudad que visitarán las mujeres en su encuentro anual sea la ciudad de La Plata, donde se realizará el encuentro número 34. Si algo queda claro en este trigésimo tercero es que la revolución es y será feminista.
Para comentar debe estar registrado.