Por Juan Alberto Pérez
En Cuba se conmemoró el 60 aniversario del triunfo de la revolución aquel 1 de enero de 1959, cuando las fuerzas revolucionarias triunfaron en la ciudad de oriente de Santiago de Cuba. Tras seis décadas de constantes luchas y un cambio cultural inmenso el verdadero trinufo de la revolución subyace en las conquistas obtenidas en torno al nivel educativo, al acceso a la salud pública y el sentimiento de identidad del pueblo por el sistema socialista como método de igualdad y goce de los derechos.
El mausoleo al comandante Fidel Castro, en el cementerio de Santiago de Cuba, la ciudad más a oriente de la isla caribeña, fue el lugar elegido como cada año para conmemorar el triunfo del 1 de enero de 1959, cuando se dio la entrada y toma del grupo revolucionario de aquella ciudad, conocida como la ciudad estudiantil de la isla. Allí años antes, el 26 de julio de 1953, se intentó un alzamiento fallido en el cuartel Moncada, hecho por el que Fidel Castro fue detenido y luego exiliado de la isla; esa fecha dio nombre al movimiento que desembarcó en el yate Granma con 82 expeicionarios en las costas de la playa Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956 para dar inicio a la lucha revolucionaria.
En Santiago este 1 de enero de 2019 estuvo la plana mayor del gobierno revolucionario, con el presiente Miguel Diaz Canel a la cabeza, para escuchar el discurso del Primer Secretario del Partido Comunista Cubano, Raúl Castro Ruz. Hermano de Fidel, expedicionario del Granma y héroe de la guerra revolucionaria. En su discurso tuvo mención a lo sucedido en estos 60 años del proceso revolucionaria. “Nadie puede negar que la Revolución que nacía aquel Primero de Enero no ha tenido, a lo largo de 60 años, un minuto de sosiego” marcó el octogenario líder revolucionario, además agregó “ya vamos por 12 administraciones norteamericanas que no han cejado en el empeño de forzar un cambio de régimen en Cuba utilizando una u otra vía, con mayor o menor agresividad”.
Teniendo en cuenta el clima de la región, con una derecha capitalista y nacionalista enquistada nuevamente en el poder, desde Cuba llegan a este aniversario con la idea de que los tiempos venideros seguirán siendo de lucha, a pesar de los avances mostrados antes de la llegada de Trump al poder de EEUU “La región se asemeja a una gran pradera en tiempos de sequía. Una chispa pudiera generar un incontrolable incendio que dañaría los intereses nacionales de todos” detalló Raúl Castro, también remarcó qué “Ahora nuevamente el Gobierno norteamericano parece tomar el rumbo de la confrontación con Cuba y de presentar a nuestro país, pacífico y solidario, como una amenaza para la región. Apela a la tenebrosa Doctrina Monroe para intentar retrotraer la historia a la época vergonzosa en que gobiernos sometidos y dictaduras militares se sumaron al aislamiento de Cuba”. Sin embargo, no cesarán en la idea de manifestar su postura de convivencia pacífica pero con independencia política y económica, algo que EEUU no respeta, ya que hace más de 50 años sostiene un bloqueo económico que está mutilando las posibilidades de progreso de la isla. A esto marco Castro qué “Reitero nuestra disposición a convivir civilizadamente, pese a las diferencias, en una relación de paz, respeto y beneficio mutuo con los Estados Unidos” pero añadió qué “También hemos señalado con toda claridad que los cubanos estamos preparados para resistir un escenario de confrontación, que no deseamos, y esperamos que las mentes más equilibradas en el Gobierno norteamericano lo puedan evitar”.

Desde la lejanía se ha planteado que sucederá con Cuba el día que no haya un Castro para asumir el poder, u otro de los héroes de la revolución. En 2018 quedó demostrado que de a poco ese trasbasamiento generacional se está desarrollando cuando Miguel Díaz Canel asumió la presidencia. Raúl Castro continúa al frente del órgano político de la isla, el Partido Comunista Cubano, y de las fuerzas armadas. Pero es sabido que pronto también delegará esas responsabilidades. También en esta conmemoración se hizo énfasis en dicha situación. “Puedo afirmar que el proceso de transferencia a las nuevas generaciones de las principales responsabilidades marcha bien, digo más, muy bien, sin tropiezos ni sobresaltos, y estamos seguros de que así continuaremos” remarcó Raúl Castro que además agregó “Nos sentimos profundamente satisfechos, felices y confiados al ver, con nuestros propios ojos, cómo las nuevas generaciones asumen la misión de proseguir la construcción del socialismo, única garantía de la independencia y la soberanía nacional”.
Tras 60 años la mecha del fuego revolucionario sigue intensamente encendido desde oriente a occidente de la isla, desde el puerto de Santiago, pasando por la última hectárea de la Sierra Maestra, hasta las callecitas de Trinidad o Pinar del Río. Desde Camagüey, Santa Clara, hasta La Habana vieja o el Vedado. Es el fuego de la dignidad de un pueblo que no se rinde ante el yugo del imperialismo que desde hace tanto tiempo lo quiere someter. Después de todo, siguen al pie de la letra el legado del héroe de la revolución, Juan Almeida, en el bautismo de fuego en los primeros días en la Sierra Maestra “¡Aquí no se rinde nadie!”
