Por Juan Alberto Pérez
Santa Fe fue la primera gran contienda electoral del país. El socialismo logró imponer a su candidato, Antonio Bonfatti, como el que más votos consiguió. El PJ tuvo su interna entra Perotti y Bielsa, entre ambos candidatos obtuvieron más votos que Bonfatti. Cambiemos sumó otra derrota durísima, salió tercero y se acentúa su caída a nivel nacional. El 16 de junio se define en la elección general.
La provincia de Santa Fe representa el 8,36% del padrón electoral a nivel nacional. Por eso, la PASO que se desarrolló este domingo cobra importancia porque marca la cancha de lo que es el clima electoral de cara a las elecciones nacionales de Octubre. El socialismo gobierna la provincia desde 2007 de manera ininterrumpida. Al no haber reelección el actual gobernador, Miguel Liftschitz, dejó su lugar al ex gobernador Antonio Bonfatti. Marcado por una gestión que tiene ciertos niveles de aprobación, la cuestión de seguridad y el narcotráfico son las principales preocupaciones de la ciudadanía.
Por el lado del PJ es el único frente electoral que utilizó las primarias para elegir su candidato. El senador nacional Omar Perotti enfrentó a la diputada provincial María Eugenia Bielsa.
Además, la alianza Cambiemos, promocionada por la diputada Elisa Carrió, ya no tuvo a su último candidato, Miguel Torres del Sel, y presentó al radical José Corral, intendente de la capital santafesina desde 2011.
El partido gobernante en 2015 había conseguido un total del 30,64% de los votos y salió triunfante por escaso margen contra Cambiemos. En esta ocasión consiguió ampliar escuetamente ese margen con el 31,87%. Un número que lo deja como el candidato más votado pero que le da poco margen pensando en la posibilidad de que el peronismo pueda sumar las dos cantidades recolectadas por sus candidatos.
El PJ en 2015 salió tercero en la elección provincial con Omar Perotti como candidato. El mismo que salió triunfante de la interna partidaria. En 2015 Perotti sumó el 29,30% de los votos. En esta ocasión prácticamente mantuvo su performance, teniendo en cuenta que disputó una interna, y llegó al 28,52%. Su rival de interna, María Eugenia Bielsa, llegó a los 13,23%, lo que ofreció un 41% para el espacio peronista, que de retener los votos unificados estaría en una buena perspectiva de arrebatarle la gobernación al socialismo tras 12 años ininterrumpido.
El candidato de la Casa Rosada, José Corral ni por asomo pudo sostener la performance de su partido en 2015. Del 30,56% que sacó Del Sel, que por poco no llegó a gobernar la provincia, el 19,44% obtenido en estas PASO suenan a poco y hacen pensar imposible la chance de pelear por el poder.
En sintonía con lo sucedido en otros comicios, en Santa Fe el oficialismo logró una victoria, aunque ni por asomo es convincente para retener el poder dado que el peronismo si logra juntar los votos de sus candidatos lo superaría ampliamente. Por otro lado, al igual que en el resto de las provincias, los candidatos de la alianza Cambiemos no terminan de cosechar derrotas estrepitosas que muestran una desaprobación total al trabajo desempeñado por el gobierno nacional. La diferencia en este caso es que Mauricio Macri no puede utilizar una derrota del peronismo como aliciente para pensar en fortalecer su figura, dado que el candidato ganador es ultra opositor a su gestión, e incluso víctima del ataque mediático de la pregonera oficial, Elisa Carrió.
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