¿IGNORANCIA O VOCERO DE LAS CORPORACIONES? ALBERTO FERNÁNDEZ Y SU IDEA SOBRE LOS MEDIOS

Por Juan Alberto Pérez

“La ley de medios puede ser una gran herramienta si es que queremos multiplicar voces, y si queremos promover algo que, recuerdo, en esencia es un negocio” la sentencia es del candidato del Frente Patriótico, Alberto Fernández en el diario Tiempo Argentino del domingo 26 de mayo de 2019. ¿Un posicionamiento político o una definición desde el más profundo de los desconocimientos sobre la materia? Lo cierto es que la toma de postura del pre candidato se lleva puesto años de lucha por el reconocimiento de una gran cantidad de espacios de comunicación alternativos, populares y sin fines de lucro.

El primer error que contiene la definición del candidato está fundado en llamar “Ley de Medios” a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). Y este no es un error simple, ya que desde el momento en que comenzó el debate por la LSCA fue el Grupo Clarín y el conglomerado de medios hegemónicos los que establecieron esta denominación para una reglamentación que no sólo no comprende a todos los medios de comunicación, por caso no regula los medios gráficos, sino que tampoco se reduce a la cuestión de la propiedad de los medios, sino a un concepto más acabado de lo que significa la actividad como carácter simbólico y cultural. No obstante lo cuál, el otro error -o posicionamiento político tal vez- es comprender que el fin de los medios de comunicación es únicamente el ser un negocio, tanto como una almacén o un lavadero de ropa. Bien es sabido ya por la sociedad, y por lo tanto el candidato como abogado prestigioso que es lo debe saber, que existe en la Constitución Nacional y en un sin fin de tratados internacionales la idea de que el derecho a la libertad de expresión y de transmitir y recibir información es un derecho humano básico que garantiza que se cumpla con las pautas para que existe una verdadera democracia. Por lo tanto, caer en una vacía definición de este tipo tiene por consiguiente dos lecturas. O bien el candidato no conoce la materia en profundidad, algo realmente sospechoso para un dirigente político de su trayectoria, o quizás el candidato le está hablando a un sector del empresariado.

Otra definición escandalosa que tuvo al respecto es que “fue uno de los errores de la ley” el estipular el 33% del espectro para ONGs y para organizaciones sin fines de lucro. E insistió en que las organizaciones sin fines de lucro no se pueden hacer cargo de un proyecto comercial. Esta aseveración se lleva puesta una lucha de más de veinte años de un sector de la sociedad que ha buscado incansablemente proponer una agenda alternativa al discurso dominante en los medios hegemónicos que tienen como principio fundamental lo comercial. Y que en gran medida si la LSCA fue posible, lo fue por ese amplio espectro que representa mucho más que un 33%. Sin embargo, el candidato sostiene que para él los medios son un negocio que no deberían manejar aquellos que no buscan ganar dinero con la actividad, así como supongo pensará lo mismo de cooperativas de viviendas o de salud, cuyos principios más que el negocio inmobiliario y de la salud es ayudar a que parte de la sociedad que tiene limitaciones pueda acceder a una vivienda o a un servicio de salud digno, y su finalidad no es el lucro.

Otra cuestión en la que también demuestra su ignorancia al respecto el candidato es pensar que los medios llamados comerciales, los que son un negocio, son esto porque este es su objetivo. Muy por el contrario, existen medios de comunicación de los llamados comerciales que se mantienen al aire, es decir, en términos fernandescos, “mantienen la persiana abierta”, pura y exclusivamente por la pauta oficial que proporciona el estado discrecionalmente según los favores que estos medios le otorguen al gobierno de turno. Pasó durante el kirchnerismo, y por eso después del 2015 muchos medios cerraron y dejaron a miles de trabajadores en la calle; y sucede durante el macrismo, que los que apoyan al gobierno -Clarín, Telefé, América, La Nación- han recibido millonadas en pauta publicitaria, en detrimento de las voces disonantes que fueron estranguladas y desguazadas, por eso, es el contexto más critico para los trabajadores de medios en la historia argentina. Por lo tanto, ¿Si los medios son un negocio, sólo dependen de la plata del estado o acaso hay muy malos negociantes?

Así mismo, al ignorar a todo el espectro de los sin fines de lucro Alberto Fernández desconoce la labor que estos espacios tienen a nivel simbólico y cultural. Los medios alternativos o de gestión popular son los encargados de sacar a la luz temas que muchos otros medios se niegan a cubrir porque son contrarios a su línea editorial o porque sus dueños usan a los medios como medida de cambio para el poder imperante, y sólo emiten lo que le es rentable emitir. Fernández remarca en la nota de Tiempo Argentino, que a la sazón es un medio autogestionado por los trabajadores, que las ONGs no pueden competir contra el poderío económico de los medios comerciales, e ignora cuál es la finalidad de los medios de esta índole. Los autogestivos, alternativos, sin fines de lucro tiene por objetivo interpelar a la sociedad con una agenda que va a contramano de los medios con los que según Fernández no puede competir. Porque este tipo de medios busca poner patas para arriba el status quo del sistema de medios argentino que está enquistado en la idea del “Star Sistem” y replica recetas de hace 40 años con el mismo contenido emitido por los mismos comunicadores, hablamos de los Tinelli, Susana Gimenez, Mirtha Legrand, ect. Los medios que pertenecen a los sin fines de lucro son los que garantizan una comunicación democrática hoy en el país, porque mientras los “grandes medios” están enfrascados en la “rosca” política, los medios alternativos cubre en el lugar de los hechos casos como el de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Luciano Arruga y tantos otros más; desde los medios alternativos se fogoneó con todo por la legalización del aborto antes de que la marea verde sea una moda pasajera para los programas de tv de la tarde. Porque es desde los espacios sin fines de lucro donde se denuncia el gatillo fácil, las redes de trata, la contaminación por agrotóxicos, la mega minería, el hambre y la desocupación del pueblo. Por eso el candidato debe asesorarse al momento de hablar, porque si somos bien pensados creeremos que lo hace desde la total ignorancia, pero si por el contrario, pensamos mal vamos a creer, como lo dijo alguna vez su ahora jefa política, que nunca dejó de ser vocero de Clarín.

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