El pasado domingo arribó la triste noticia de la muerte de Ana Zabaloy, docente rural de la Escuela 11 de San Antonio de Areco, que peleó a paso firme contra el genocidio silencioso de las fumigaciones con agrotóxicos. Su defensa para cuidar a sus alumnos de los venenos con que fumigaban los productores de la zona fue de una gran fortaleza “El agrotóxico está en el aire, el agua y en el suelo; enferma y envenena. No hay buenas prácticas que se puedan utilizar para el uso de agrotóxicos. Creo por mi propia experiencia que estas prácticas en sí son malas prácticas. Cultivar con veneno es una mala práctica”. Ana era parte de la Red de Docente por la Vida, y desde ahí sostienen “Ella no se quedaba solo en una cómoda denuncia. Trabajaba en pos de encontrar soluciones para avanzar en el camino de la defensa de la Salud y la Vida.”
Por Federico Paterno
La lucha contra las fumigaciones en escuelas rurales es una batalla que continua en la actualidad. Desde Santa Fe hace pocos días habló Daniela Soldano, docente de esta provincia, que fue desplazada de su cargo tras la denuncia que realizó contra el envenenamiento con agrotóxicos. Ella es maestra de la localidad de Sastre y en diálogo con el portal La Izquierda Diario advirtió “Puntualmente a comienzos de 2018, por denuncias de varios vecinos, de que no se estaba cumpliendo ni siquiera los 200 metros que hay para no fumigar cerca de los barrios poblados del pueblo, se comienzan a hacer estas denuncias, a juntar firmas. Yo firmo y a partir de ahí empiezo a participar de las reuniones periódicas y paso a integrar de forma constante el grupo de Autoconvocados. Otra etapa fue cuando los padres de Zoe, una nena de dos años que pelea contra un cáncer, se acercan al grupo, ya que los médicos le han puesto como condición a los padres que para que ella pueda poder restablecerse de las quimios tan fuertes a la que es sometida, tiene que estar por lo menos a un radio de 1500 metros de las fumigaciones, y Zoe vive lindera con un lote que se fumiga”. El compromiso de esta docente tuvo el costo de un sumario y el quedarse sin su cargo.
Ana Zabaloy en su rol de docente emitió denuncias al consejo Escolar de su localidad y con las inspectoras del colegio, el objetivo siempre era el mismo: frenar el avance de las fumigaciones. Supo sostener en las veces que dialogó con ANCAP que no advertía ella un compromiso por parte de los médicos de la zona para delimitar las causas de las enfermedades que tienen un claro vínculo con las fumigaciones, infecciones de piel, problemas respiratorios, problemas digestivos y de tiroides, sangrados de nariz y casos multiplicados de cáncer. Su batalla diaria contra este genocidio que no figura en la agenda política de ninguna de las fuerzas electorales quedó marcada por siempre en todos aquellos que con mucho cariño la recuerdan. Daniela Dubois era amiga de Ana y ambas compartieron la participación en la Red de Docentes por la Vida. En una entrevista con Huerquen Comunicación reflexiona “En estos momentos todo nos resulta difícil… por momentos es que una se puede dar cuenta de la enorme tarea que ella hizo; y que ella no va a estar más y la responsabilidad de que esa red que con tanto amor pensó, vaya, y que logremos caminar hacia lo que quería… Por otros momentos por la vorágine de la vida como es actualmente, las redes, como que nos saca de foco… cuesta caer en que no vamos a volver a verla… “
Los agrotóxicos que se utilizan en Argentina llegan a la cifra de 500 millones de litros por año, según informó la investigación de la ONG Naturaleza de derechos. En el año 2015 el volumen de litros utilizados fue de 350 millones de litros. El aumento es notorio. La investigación advierte datos alarmantes “Mirando hacia adelante, los datos no son alentadores. Es importante considerar las metas propuestas por el Plan Estratégico Agroalimentario ideado e implementado en el año 2012 y que es una auténtica política de Estado que ha transcendido a los gobiernos y se mantiene firme en el cumplimiento de las sub-metas. El objetivo final del PEA es llegar a casi 48 millones de hectáreas de agricultura sometidas al modelo del agronegocio. La sub-meta fijada en el PEA para el año 2030 es de 43 millones de hectáreas. De cumplirse con ese objetivo y mantenerse la línea ascendente en el consumo de agrotóxicos la cantidad de litros kilos de los mismos sería para el año 2030 + 600 millones.”.
En frutas como la naranja se detectaron hasta 34 agrotóxicos y la manzana y frutillas con 30. En los animales, las abejas están desapareciendo a causa de las fumigaciones. El agua que se toma en las zonas más fumigadas tiene venenos. El genocidio avanza.
La Relatoría del Derecho a la Alimentación de la ONU ya dio su alerta al Consejo de Derecho Humanos en referencia a modelo de agronegocio basado en el uso de agrotoxicos que es inadmisible ambientalmente. El modelo sojero sigue cobrándose vidas. Los gobiernos pasan y el modelo de agronegocio no cambia. Una reflexión final de Zabaloy para esta nota: “Los agrotóxicos nos cruzaron la vida y la salud de nuestros alumnos, por eso ya no podemos mirar para otro lado, y yo creo que falta mucho compromiso a nivel del sistema educativo”.