Por Redacción ANCAP
Les trabajadores del Hospital Garrahan reclaman vacantes para sus hijes lactantes en el jardín maternal “Quiero Mimos” que funciona y depende del nosocomio. El jueves pasado se presentó un amparo por 24 bebés que fueron dejados sin vacantes por el gobierno de Mauricio Macri. “Están negando la posibilidad de ejercer el derecho a la lactancia materna, a la soberanía alimentaria y el derecho a la salud” expresaron en las redes sociales les trabajadores.
El Hospital Juan P Garrahan es una de las instituciones más prestigiosas de la región en lo que se trata de cuidado y atención de niñes. A el acuden personas de todo el país y de países limítrofes por la calidad de sus especialistas. Sin embargo, en el último tiempo les trabajadores se encuentra en una situación conflictiva respecto a recortes que desarrolla la administración. En este caso se presentó un reclamo, que lleva varios meses, pero que se profundizó en el último tiempo, por la escacez de vacantes en el jardín materno “Quiero mimos” que depende del hospital y que sirve para que las trabajadoras en período de lactancia puedan dejar a sus bebés y alimentarlos durante su horario laboral. Hay actualmente 24 trabajadoras que no tienen vacantes y que dificulta la reincorporación de dichas trabajadoras a sus puestos dado que no tienen donde dejar a sus niñes y el sueldo no les alcanza para pagar una guardería o jardín maternal.
Según cuentan en la cuenta de Facebook de los trabajadores el jardín maternal hasta el 2014 tuvo hasta sala de 3 años. Aquél año dejó de funcionar porque la administración decidió “priorizar” a los lactantes. Esto conllevó diferentes problemas para les trabajadores dado que se vieron obligados a buscar vacantes en otras instituciones. Sabido son los problemas de vacantes en la educación pública de la Ciudad de Buenos Aires, el único recurso era pagar por jardines privados lo que complicó la situación económica de les trabajadores que ya padecían sueldos atrasados. A fines de 2018, comenzaron a presentarse problemas con las vacantes ya en los lactantes, lo que se había querido priorizar en 2014. En junio desde Recursos Humanos del hospital comenzaron a informarle a las mujeres recién paridas que no contaban con las vacantes que se les había prometido, por lo que se complica fuertemente su regreso a las tareas por no poder contar con un lugar a donde dejar a sus niñes. Esto trajo mucha angustia y hasta situaciones de descompensaciones de las trabajadoras ante una insensibilidad de esta magnitud dado que no sólo no se toma en cuenta los problemas para retomar la tarea sino que no se comprende el significado emocional por el que transitan las mujeres a pocos meses de haber dado a luz y la imposibilidad de no tener un lugar para sus hijes.
Ante esto el jueves 19 se presentó un amparo en la Justicia por los 24 bebes que no tienen vacantes, contra el Hospital Garrahan y contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. “El número en sí (de vacantes que no hay) no es tan significativo como lo que significa para nuestro trabajo diario altamente feminizado y la posibilidad de volver paulatinamente a nuestras tareas, pudiendo ejercer nuestra profesión para la que, en muchos casos, dedicamos tantos años de formación. Esto sin nombrar que si tuviéramos la posibilidad de tomar licencias sin goce de haberes, los servicios quedarían con falta de personal para afrontar las tareas diarias” expresan las trabajadoras del Garrahan y agregaron “Nuestra institución nos forma incansablemente en el cuidado de los niñxs que son pacientes nuestros. Esperamos el mismo cuidado de esta institución para nosotrxs y nuestros hijxs”.
Esto se desarrolla en un contexto muy complicado del Hospital. En otro orden de hechos la semana pasada se conoció una protesta de otro sector de trabajadores que terminó violentamente en la que se responsabiliza al Consejo de Administración del hospital por no responder a las solicitudes y reclamos. En un comunicado de UPCN se manifestó que el presidente del Consejo de Administración, Carlos Kambourian niega la posibilidad de discutir el modelo de hospital y el mal uso del presupuesto, y a la vez, desfinancia la institución.
Existe un clima ajetreado en el Hospital Garrahan como sucede en casi todos los organismos del Estado en los que se vislumbran una falta de autoridad y de intervención producto del vacío de poder y el inminente cambio de gestión de gobierno.
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