Por Federico Paterno
Foto de tapa Créditos Wall Kintun Tv
El miércoles 29 de abril cerca de las 11 hs, en la ciudad de Bariloche, una patota bajo las órdenes de Emilio Friedrich y Victor Sánchez, empresarios inmobiliarios de la zona, ingresaron a la comunidad Mapuche Buenuleo en el Cerro Ventana, hicieron destrozos y golpearon salvajemente a integrantes de la Lof. Esta agresión premeditada fue bajo la vista de su letrada Laura Zanoni, abogada de ellos dos, y ex Presidenta del Instituto de Tierras municipal de Bariloche. Hubo cuatro detenidos por este hecho. Hoy están todos libres por orden del juez Ricardo Calcagno y la comunidad se encuentra sin custodia policial.
La comunidad Buenuleo se encuentra en el lote pastoril 127 de la Colonia Nahuel Huapi, están en este sitio anteriormente a la fundación de la ciudad de San Carlos Bariloche. Son 600 hectáreas de los Buenuleo, es un territorio ancestral que está sujeto a la ley 26.160 de relevamiento territorial de comunidades indígenas.
El problema con la patota que ingresó en la Lof surge en 2013, cuando aparece un boleto de compra venta de 90 hectáreas de la comunidad por 35 mil pesos, con una supuesta firma del lonko Antonio Buenuleo. Ese boleto de compra venta figuraba a nombre de Claudio Thiek (fue candidato a legislador en la lista de Martin Soria y Magdalena Odarda). Finalmente, esto nunca se logró verificar, porque el lonko falleció antes de que el perito caligráfico haga la prueba, murió el 24 de agosto de 2014. En aquel momento, afirmó Deolinda Buenuleo, integrante de la comunidad a Radionauta, que el lonko siempre sostuvo que no era su firma y denunció a esta persona por compra fraudulenta.
Además sentenció en diálogo con esta radio que: «En ese momento estos supuestos compradores aprovecharon la situación para alambrar, y poner gente de ellos a custodiar el lugar. Hicimos denuncias públicas y en la justicia, nunca hubo respuestas desde el 2014 hasta el año pasado. El 10 de septiembre del año pasado, fuimos y con el apoyo de otras comunidades, nos instalamos de nuevo el lugar. A partir de ahí comenzaron muchos conflictos con estos supuestos compradores».
Lo ocurrido en 2019 para recuperar los territorios ancestrales, tuvo el rechazo del juez provincial Sergio Picheto, que dictó en ese momento la orden de desalojo. Hubo atropello con armas blancas y de fuego, dagas y rifles. La policía secuestró el armamento y se dictaminó, posteriormente, que se ubique una guardia policial en el ingreso de la Lof las 24 hs. Tanto el Juez Picheto, cómo el juez Burgos, quién tomó la causa en segundo lugar, no reconocieron a los Buenuleo como pueblo originario. El tribunal de impugnación explicó Deolinda a Radionauta, fue quién reconocieron que se debía respetar la ley 26.160 y el derecho a sus tierras.
Las amenazas de Friedrich nunca cesaron. Se ubicaron, luego de la recuperación ancestral, a tres kilómetros de la comunidad. Esto género que puedan increpar a les lamien (hermanes) de la Lof cada vez que ingresan a sus hogares. En el comienzo de la pandemia por el Covid-19, la comisaría 42, la encargada de la guardia en las puertas de la comunidad decidió retirar la guardia bajo la excusa del coronavirus y otras tareas a realizar. Hace unas semanas, a la guardia finalmente la ubican a tres kilómetros de la Lof, y a partir de ésto es que se produce el suceso violento dónde ingresa la patota de Friedrich y Sánchez. Según indica Deolinda Buenuelo, «Fueron directamente con palos a golpear a la gente de la comunidad, metimos a los nenes dentro de la casa. Afuera quedó Ramiro y Viviana que fueron golpeados. Rompieron los vidrios de la casa, a Ramiro lo cortaron con un cuchillo. Golpearon mucho a las mujeres. Uno de los nenes de 13 años logró irse junto a su tío para dar aviso de lo que pasaba».
La señal de teléfono no llega a la zona del territorio ancestral. Por lo cual fue difícil el aviso inmediato. Al pasar algunas horas pudieron avisar a medios de comunicación para denunciar la terrible agresión sufrida. Desde la comunidad se pidió que se lleven presos a los agresores. La policía tenía como respuesta retirar del lugar a la patota. Algo insignificante, ante la golpiza, los destrozos y las heridas sufridas. Los fiscales se hicieron presentes recién por la tarde y se llevaron presos a los violentos. Los dos mapuches golpeados salvajemente recibieron atención médica cerca de las 19hs. Según informaron desde la comunidad, el juez no acepto ver los vídeos de la agresión. Una prueba indispensable para que no sean liberados los cuatro detenidos.
El Juez Calcagno decidió liberar a los detenidos. Los imputados recibieron el cargo de
«lesiones leves”, “violación de domicilio”, “daño calificado”, “robo”, y “violación de la cuarentena”. El magistrado advirtió que no se pueden acercar a menos de un kilómetro de la Lof. Los abogados de la comunidad vieron como muy insuficiente el fallo. Se podría haber dictado prisión preventiva o domiciliaria indicaron. Un hecho grave que denunció ayer una de las abogadas de la comunidad, Marina Schifrin, es que liberaron la zona otra vez y hoy la Lof se encuentra sin custodia nuevamente.
La justicia es cansina para los pueblos originarios. El pueblo mapuche sufre la persecución y la violencia. Se vio a las claras con el asesinato de Rafael Nahuel, joven mapuche del alto Bariloche y el encarcelamiento de Facundo Jones Huala en Chile. Las recuperaciones territoriales, tienen consecuencias y cuentan con la garantía de una justicia que solo mira un lado de la historia. La comunidad Buenuleo hoy no puede estar con la mayor tranquilidad. Fueron golpeados, heridos, y amenazados. La respuesta de la justicia es la nada misma.
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