Por Clara Montenegro
¿Dónde está Luis Armando Espinoza? Se pregunta su familia desde el 15 de mayo que fue visto por última vez. Ese viernes estaba junto con su u hermano Juan Antonio, que fue brutalmente golpeado por efectivos de la policía de Monteagudo, Tucumán, y vio como Luis era atacado. Después de eso, no supo más nada de él. Ayer fue un día clave en la investigación, se peritaron cuatro vehículos particulares de los policías implicados, tres de ellos con evidencias importantes: tres manchas rojizas, una huella dactilar y un elemento piloso (posiblemente un cabello) en una Kangoo roja; una campera rompevientos negra con una mancha sobre un logo de Boca Juniors que estaba en una camioneta Toyota Hilux; y también una mancha pardo-rojiza recolectada del auto de Rubén Montenegro, el comisario. La unidad canina pudo identificar que el cuerpo de Luis Armando tuvo contacto con el auto Renault Fox del comisario y con la Kangoo roja perteneciente a Gerardo Esteban González Rojas, uno de los efectivos. La familia perdió las esperanzas de encontrarlo con vida, pero organizaciones sociales y referentes de derechos humanos firmaron una petición para su pronta aparición.
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Helicópteros, unidades caninas, y con el Ministerio de Seguridad nacional observando atentamente este caso, la búsqueda de Luis Armando está en manos de la Fiscalía I del Centro Judicial de Monteros a cargo de Mónica García de Targa y caratulado como “desaparición forzada” . El secretario de seguridad de la provincia, Luis Ibáñez, declaró que no estarían ante un caso de un desaparecido en democracia. “A nosotros, como parte querellante, nos llama poderosamente la atención que el secretario haya dicho eso, pero entendemos que como son miembros de la misma fuerza era lógico que negaría que se trataría de una desaparición forzada. Pero por el tiempo transcurrido, ya no caben dudas por todas las pruebas que han sido recolectadas por los investigadores. Todas apuntan contra éstos efectivos”, explicó Cintia Campos, la abogada de la familia Espinoza. Entretanto, los nueve policías implicados ya fueron privados de su libertad y, según fuentes extraoficiales, dos de ellos prestaron declaración pasadas las 2:45 de la madrugada de ayer y dieron datos que serían fundamentales para saber qué ocurrió ese día.
Luis y Juan Antonio habían salido ese 15 de mayo a la casa de una prima a la que siempre le llevaban cosas en la localidad de El Melcho, al sur de la capital. Mientras tanto, el cuerpo policial de Monteagudo dispersaba una supuesta carrera de caballos cerca de la zona. Durante la persecución, la policía se encontró con Luis y Juan Antonio. A este último lo golpearon brutalmente y quedó tendido en el suelo mientras agarraban a su hermano Luis, que anteriormente pedía para que dejen de golpearlo. Antes de desvanecerse, escuchó un tiro. Cuando volvió en sí vió sangre, pero no a su hermano. En los próximos instantes, Juan Antonio y los lugareños que lo asistieron hallaron huellas de arrastre que van monte adentro y luego desaparecen cuando llegan al camino de tierra. A partir de ahí comenzó una ardua búsqueda para encontrar a Luis.
Luis tiene 31 años y es padre de seis hijos, su familia está segura de que lo mataron y que los responsables serían los efectivos policiales de la comisaría de Monteagudo. Sostienen que lo conocen muy bien y que jamás se hubiese ido sin dejar algún rastro porque conoce perfectamente la zona del monte y no hay manera de que no haya podido conseguir ayuda. Su hermano sabe que él fue levantado por la policía en la camioneta Kangoo que está secuestrada. “En un primer momento pensaron que lo arrojaron al dique Frontal pero descartaron esa posibilidad porque tendría que haber aparecido el cuerpo flotando. Piensan que fue sacado del lugar, ya que uno de los agentes acusados conoce perfectamente la zona porque es oriundo de Chicligasta, que queda a dos kilómetros de El Melcho, donde desapareció Luis y donde encontraron una mancha que probablemente sería de sangre. Los perros de la patrulla canina han podido especificar con claridad que el último desplazamiento físico de Espinoza fue ahí. Se intentó que los perros pudieran seguir más hacia el monte pero siempre volvían a donde se encontraba la mancha, después no hubo una proyección física hacia ningún otro sector del monte”, agregó la abogada.
Este caso llamó enormemente la atención de organismos de DD.HH. y organizaciones sociales que inmediatamente se pusieron a disposición de la familia y les brindaron apoyo. Es así que redactaron un documento por su aparición con vida que obtuvo 222 adhesiones que exigen, junto con la familia, que encuentren a Luis Armando:
“La familia Espinoza junto a las organizaciones abajo firmantes y referentes de DDHH exigimos la aparición con vida de LUIS ARMANDO ESPINOZA. La desaparición de Luis Armando es de gravedad institucional porque pone en evidencia una vez más el accionar represivo de la Policía de Tucumán. Por eso es que exigimos al Poder Judicial interviniente celeridad en la investigación y el sostenimiento de las detenciones para el avance de la causa. También requerimos al Ministro de Seguridad Claudio Maley garantizar la protección de la familia y de toda la comuna de Monteagudo ante los hechos que han tenido que vivir. Hoy todas las autoridades de los tres poderes en la provincia deben asumir la responsabilidad que les compete para establecer medidas concretas para la prevención de estos casos de violencia policial, el estado es responsable de la integridad y la vida de Luis Armando Espinoza. ¡Aparición con vida de Luis Armando Espinoza! ¡Basta de violencia Institucional!”.
Éstas últimas horas serán clave para la completa construcción del caso y para saber: ¿Qué pasó con Luis Armando Espinoza?
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