LA BONAERENSE ASESINÓ A UN JOVEN DE 18 AÑOS

Por Juan Meza

Conurbano, zona oeste, la policía patrulla en el barrio, el resultado: otro pibe asesinado por balas policiales. Practicas sistémicas que intentan dejar impune a los asesinos y revictimizan a los pibes asesinados. La fuerza de las familias, impulsadas por el dolor y en busca de justicia, no va a permitir que nada quede inconcluso. Hoy falta Lucas Verón, no son hechos aislados, son políticas represivas que deben terminar.

El asesinato

Lucas Nahuel Verón, la madrugada del 10 de julio, se quedó sin gaseosas en su casa. Era su cumpleaños número 18 y con su amigo Gonzalo salieron en moto a buscar algún kiosco abierto. A esa hora, en estos tiempos de cuarentena, no encontraron nada abierto y volvían a la casa de Lucas, cuando un móvil policial los comenzó a seguir. Lucas y Gonzalo comenzaron a huir por miedo. Ese miedo que impone el accionar policial en los barrios para con los pibes y las pibas. A una cuadra y media de su casa, el patrullero, manejado por Ezequiel Benítez impacta de atrás a la moto manejada por Gonzalo. Lucas y su amigo logran reponerse y salen corriendo, y del móvil se bajan, el ya mencionado Benitez y su pareja, la oficial, Cintia Duarte. Se escuchan disparos, y Lucas cae desplomado al piso. Gonzalo llega a la casa de su amigo, y le avisa a su mamá que “a Lucas lo agarró la policía”. Cuando su madre sale corriendo encuentra a su hijo en el piso, con un agujero en el pecho y ya no había ningún policía cerca.  En el auto de un vecino llevaron entre gritos y llantos al joven herido al hospital Simplemente Evita de Gonzalez Catan. Allí Lucas falleció. Su hermana quien, en el hospital al enterarse de la muerte, se descompenso, se enteró, por una amiga del joven asesinado, que la mujer policía que en el hospital la consoló y le dio su pésame, era la misma que estaba en el patrullero que termino con la vida y los sueños de su hermano.

El apriete

“Con nosotros no hubo ninguna intimidación. Los policías de catan y el fiscal apretaron al amigo de mi hermano, para que diga que fue un robo y eso fue mentira, mi hermano fue a comprar una gaseosa”, declaró a este medio la hermana de Lucas. A “Moneda”, como le dicen a Gonzalo, el amigo de Lucas que iba con él en la moto, menor de 17 años, lo metieron en el calabozo de la comisaria de Villa Scaso, de Gonzalez Catan. La policía, mediante amenazas, le dice que declare, que él junto a su amigo asesinado por la misma policía, habían robado un celular y que si no lo hacía se iba a “comer 25 años adentro”. Hasta aquí es, lamentablemente, un hecho más, una práctica más con la que se desenvuelve la policía bonaerense en los barrios y en total connivencia con el poder judicial, ya que cuando le estaban tomando la declaración a moneda, en la comisaría se encontraba el fiscal Juan Pablo Tahtagian, quien permitió que eso suceda, violando  la resolución 1390 de la Procuración General, que prohíbe la intervención de la Policía Bonaerense en diligencias judiciales cuando se investiga a funcionarios y funcionarias de la misma fuerza. Esa declaración se hacía en la misma comisaría y no en el juzgado, sin la presencia de un abogado y tampoco la de su madre.

Gracias a la intervención, de manera fugaz, de H.I.J.O.S La Matanza fue posible contar con testigos pudiendo lograr la identificación de los policías asesinos. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) asumió el patrocinio legal de los padres de Lucas. Por pedido de la CPM se trasladó a Gonzalo y a los testigos para que declaren en la fiscalía y sin presencia de efectivos policiales. Allí pudieron escuchar los relatos y luego en un comunicado de la CPM aseguraron que se trata de un nuevo caso de “gatillo fácil”. APDH La Matanza, quien también acompaña a los familiares del joven fusilado, en un comunicado expresaron que estas prácticas policías “son doctrinas propias de Estados represores y no de Estados de derechos.”

La causa

Asuntos internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires les retiró el permiso de uso de uniforme, placas y armas a Ezequiel Benitez y a Cintia Duarte, y están a disposición de la justicia y ambos desafectados de manera preventiva. La causa del asesinato está caratulada como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

Tanto Benitez como Duarte se negaron a prestar declaración, pero los cuerpos hablan y la autopsia realizada por el Ministerio Público de Lomas de Zamora arrojó que murió producto deuna bala con orificio de entrada por el pecho y salida por la espalda. “La autopsia confirmó que el arma fue una 9mm de la policía bonaerense”, declaró a ANCAP la hermana de Lucas: “La causa de mi hermano, lo que sabemos hasta hoy es que logramos apartar a la policía bonaerense del caso, está metida gendarmería y que vamos por apartar al fiscal corrupto que hoy tiene causa”. El fiscal de la causa, Juan Pablo Tahtagian, ordenó la aprehensión de los uniformados e identificó al móvil involucrado, se obtuvo a través del relevamiento de las cámaras de los comercios y así pudo identificarlo. Pero la familia junto a la CPM, HIJOS La Matanza y la Subsecretaria de Derechos Humanos, se reunieron con la Fiscal General Patricia Ochoa y le reclamaron la recusación al fiscal Tahtagian su accionar ilegal y la connivencia luego de ocurrido los hechos en la madrugada del viernes 10 de julio.

Cada 40 horas 

Según la CPM solo en el mes de junio la policía bonaerense “produjo la muerte por uso de la fuerza de una persona cada 40 horas”. A 18 escala la cifra de las victimas por represión estatal, que en su mayoría son varones menores de 25 años y de barrios populares o en situaciones de vulnerabilidad. Este caso hace recordar a Luciano Arruga cuando fue detenido por negarse a robar para la policía, pibe de barrio, menor y escapando del accionar de la bonaerense. Esa misma bonaerense que detuvo a Facundo Castro Astudillo y de quien hasta la fecha no se sabe nada de su paradero. Esa misma policía es la que lidera el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires que se pasea por los programas de televisión armando su propia carrera política, quien aparece en un puente que no es de su jurisdicción reclamando a la Policía Federal, que liberen el tránsito y el mismo que llega en moto o se lo ve armado. Hasta el momento, el funcionario no se expidió sobre el asesinato de Lucas, y tampoco desde ningún rango del poder político de la provincia se comunicaron con la familia. La hermana de Lucas, con dolor y fuerza sentenció: “marcha va a haber muchas y la justicia la vamos a tener, quiero justicia por mi hermano”.

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