MIGUEL BRU: A 27 AÑOS DE SU ASESINATO

Miguel era un estudiante de periodismo de la Facultas de La Plata, que aquel momento se llamaba Escuela de Periodismo de La Plata. Por entonces, tenía 23 años y vivía junto a sus amigos en una casa tomada, y con quienes ensayaba, porque tenían una banca de punk rock. Miguel era músico y según cuenta Rosa, su madre, y sus amigos era muy solidario. A los 23 años uno quiere vivir libremente y Miguel junto a sus amigos hacían eso, vivir.

17 de agosto se sabe que fue la fecha de desaparición y muerte de Miguel. El 18 de agosto de 1993, sus amigos aún no tenían conocimiento de ese hecho y se comenzaron a preocupar porque Miguel no estaba y no aprecia por ningún lado. El 16 de agosto, un día antes de su desaparición Miguel visitó a su mamá, esa fue la última vez que Rosa vio a su hijo con vida. Al tiempo se enteró que la policía había hecho un allanamiento ilegal en la casa donde Vivian Miguel con los amigos y que él mismo fue a hacer solo la denuncia a la comisaría, a pesar de saber lo difícil y duro que iba a ser después transitar por las calles de La Plata debido a que las practicas de la fuerzas de seguridad no solo arrastraban las practicas sistemáticas de la dictadura sino que además tenían connivencia con el poder judicial y tenía la protección política del por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde. Ese mismo que 9 años después de este hecho fue el presidente de la Nación cuando asesinaron a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en la ex Estación Avellaneda, hoy Estación Darío y Maxi, en la conocida “masacre de Avellaneda”.

Familiares y amigos de Miguel comenzaron a transitar un terreno lleno de obstáculos en busca de la verdad. El magistrado inicial que tomó la causa era el juez Amilcar Vara, quien no solo entorpeció la búsqueda de verdad sobre el caso de Miguel Bru sino también, por otros 27 casos. El latiguillo y justificativo del juez era “sin cuerpo no hay delito”, promoviendo un sinfín de acto delictivos por parte de las fuerzas de seguridad y generando impunidad, esa impunidad que en este caso quedo trunca porque por la fuerza y empuje de la familia de Miguel y sus amigos lograron llevarlo a Jury a Vara y así poder destituirlo de la causa para darle paso a Ricardo Szelagowski, quien sí estuvo comprometido buscando a los responsables y quien enjuició a los verdugos.

La fuerza de la familia, sobre todo de Rosa, su madre, como la de sus amigos, y la voluntad del juez Szelagowski llegaron a condenar a los responsables de la desaparición de Miguel, sentando un precedente ya que fue la primera vez que se condenó sin haber cuerpo. Cuerpo que al día de hoy sigue sin aparecer. Los testimonios de las personas que se encontraban detenidas en la comisaría 9° la noche del 17 de agosto y la prueba contundente del libro de guardia, donde dieron ingreso como detenido a Miguel Bru y luego borraron el nombre, fueron los determinantes para que en 1999 se condenen a prisión perpetua por tortura seguida de muerte, privación ilegal de la libertad y falta a los deberes de funcionario a los policías Justo José López y Walter Abrigo, mientras que el comisario Juan Domingo Ojeda fue condenado a 2 años de prisión junto a Ramón Cerecetto, quien fue acusado de borrar el nombre de Miguel del registro de entradas de la Comisaría. En el año 2003 la Corte Suprema de la Justicia de la Provincia de Buenos Aires dejó firme la condena para los dos policías condenados a perpetua. Por su parte el comisario Ojeda solo cumplió 8 meses de su condena.

Todos los 17 de agosto la “Asociación Civil Miguel Bru” realiza una movilización en las calles de La Plata a la comisaría 9. Este año, debido a la situación de confinamiento se realizará una vigilia virtual en el canal de Youtube de la Asociación Miguel Bru para que la memoria no olvide y la impunidad no triunfe, porque aún resta saber ¿Dónde está Miguel Bru?