Por Federico Firpo
Parte leal de un pueblo
se muere ahí con vos,
sin dividir reinando
ha muerto para este día
un soldado de su corazón.
Cuando un pueblo leal se muere
no hace falta explicación
basta abrir bien los ojos
de pueblo sin más camino
compensando todo su amor.
Podemos criticar la vida,
podemos incluso disimular la razón,
arrebatado de su esencia
el pueblo así se mueve
perdido en su dolor
podían llamarte Diego,
podrían sentirte un Che,
no te fuiste solo,
hiciste de un riel tu mundo
el tren para nunca perder.
El pobre que muere rico,
el hacendado hijo del dolor,
ya no importa nada,
no son solo uno o dos,
es sentir en la pena que vale todo el honor.
El cariño tiene enfiestados
principios de armazón,
la muerte da vuelta todo.
Todo menos la muestra
invertida de tu amor.
El honor de dar alegrías,
el sabor de esa sensación,
mostrar que aunque sea con poco
se desmembra de cuando en cuando
en tu acción al abusador
A nunca olvidar las raíces
porque de ahí nace la pasión,
a no olvidar esa pena
por la que la muerte
a su pueblo valió.
Nace una nueva vida
leyenda de todo valor
responde como tu escudo
disfruta algún perdedor,
dicen ya no hay salida
el norte en su fin lloró
el sur resucita alegrías
el horizonte al cielo trepó.
Rey sin corona te viven,
cuesta creerlo hoy…