Por Federico Firpo
Otra aventura más se va quedando estéril en medio de un año lleno de impotencias. El 2020 termina casi como empezó, impredecible, pero entre baches tapados por escombros.
La pandemia nos agarró un poco a todos desprevenidos, muchas cosas se han dicho, desde Presidentes hasta “astronautas express” críticos con título del sin sentido, todos en medio de un Vía Crucis que nos mantuvo en todo menos indiferentes. Pero bueno, empezando por la represión, las tomas y el favor justiciero siempre de cara al brazo derecho de la ley y entre tristezas las pérdidas de seres queridos a los que no se pudo despedir y la muerte del astro mundial, en medio de un velorio que dejó afuera a casi todos, síntoma de un Gobierno que no se sabe si es popular, pero de momento habla de Justicia Social, manteniendo vivo un sistema de democracia que ellos mismos reconocen como injusto.
La oposición, bien gracias, sólo atrás del diario que a manchas de sangre en tortura escribe el caos que representa la muerte de todo aquello que quiera soñar vivo. Es mentira que se lleven bien con el kirchnerismo, pero queda bien para el aparato funcional de la digitalización promocional marketinera ganar tiempo desde arriba a pesar de nunca haber caído. Ni Vicentin, ni Etcheveheres corruptos, nada parece haber cambiado, quizás sean negociaciones, fruto de un pacto del cual el orgullo es mantener el status quo simulando incomodar pero devolviendo lo que no se ha siquiera tocado.
La unión que hace a la fuerza no ha hecho más que unir a los que bien merecían ser excluídos, sin embargo hubo alguna que otra exclusión, pero no con el destino que uno hubiera querido. “No vamos a meter presos como los otros lo han hecho con nosotros” dice el discurso fundacional de este nuevo gobierno, pero a juzgar por los hechos concretamente se está reconociendo que se sabe que los otros han faltado a la verdad por no decir a la Justicia, con lo cual, contrario a su discurso, deberían meter presos a los ladrones que dicen no van a encarcelar. Peor aún, se supone los someterán a la justicia, esa misma tan injusta que los actuales gobernantes reconocen tan mal han metido presas a tantas personas. Contradicciones de haber elegido como dirigente mandamás al mejor de los peronistas de derecha.
Presidente del Derecho, democrático de la cátedra del honor, no caiga más por favor en las impericias de ser buenos con los malos, cuando vemos que en la calle se sigue golpeando al gil trabajador. Someta a la Justicia a aquellos que desde el Poder y desde la atrocidad policial lastimen a su pueblo. No seamos más cómplices de sus mentiras, pongamos de una vez por todas fin a los atropellos, porque si seguimos siendo tibios, en definitiva seguiremos siendo parte de un plan que como pacto solo será social para muy pocos. Y no queremos que se diga que cambiaron algunas cosas, para que en definitiva no cambie nada.
El año fue difícil, termina con un impuesto a los ricos y todavía falta el aborto. Pero ojo, no nos quedemos cortos.