Por Federico Firpo
Dejando el dulzor apartado
se aleja y solo el viejo río
aclaman tiempos de cambio
los vientos al sur del vino.
El fuego da la caricia
de soles en crecimiento
lenguas de su mirada
afilan por el camino.
Se vino el mar al norte
y la sal nos hizo caribe,
las olas salpican limpio
transparentes y sin prejuicios.
Las ruinas se habrán volado
cuando vuelvan los del olvido
pueblo pequeño mío
aquí me quedo,a ti fundido.
Vivir el ayer parece hoy largo
se hizo fino y aburrido,
será que le hicimos ley
costumbre del fin delirio.