Por Hugo Gancia
Pretendiendo desatar nudos gordianos
La artritis cerebral nos paraliza
Los cabellos se nos tiñen de ceniza
Postergamos el mundo que anhelamos.
La vida es tan fugaz, que mal y tarde
Comprendemos que es hoy, aquí y ahora
El tiempo de avanzar hacia la aurora
Soslayando las dudas del cobarde.
Jugarse, por jugar, sin miedo a nada
Ni a la muerte en la tortura, ni al exilio
Quién puede desmentir que fue un idilio
¿El inicio de la patria fusilada?
Un idilio de amor de juventudes
Atacando al sistema en sus entrañas
Que ni el odio con sus viles artimañas ha podido aplastar en sus aludes.
A los héroes y heroínas de Trelew.