Por Carlos Arenas y Hugo Gancia.
Me llevan las hojas al abismo.
Me traslado cómo espora.
Vengo del tiempo presente.
Porque al final del viaje,
la terrible verdad se posará sobre la simiente nueva
Y la penetrará sin límites ni cobardías.
Silencio.
Revientan las chicharras, como alarmas nucleares,
hemos gestado nuevas “Atuchas”, el tiempo es ahora, el tiempo.
En el retorno a casa, la belleza inundará los campos
y la tibieza sustituirá a este infierno que hoy vivimos
y cuando estemos muertos.
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