“…PERO LOS PENSAMIENTOS QUEDARAN…”

Por Federico Paterno

El sábado 10 de junio tuvo un episodio especial para San Francisco Solano, se cumplieron 35 años del secuestro, y ejecución de Agustín “capi” Ramírez. La parroquia Las Lágrimas de esta localidad bonaerense fue el escenario de la celebración y, su enorme plaza, el lugar para que se realice una radio abierta, rueden los artistas populares y no esté ausente la olla popular. La jornada contó con la presencia de la familia de Ramírez, sus compañeros y compañeras y organizaciones que también estuvieron presentes.

 

La mañana fresca del conurbano sur de la provincia de Buenos Aires fue el inicio de una larga jornada. Celia estuvo, como cada año, desde temprano junto a su compañero el Cabezón; Juan el hermano de Agustín, y más compañeras para que el fuego de la olla empiece temprano. No solo para esto, sino también para ser la principal constructora de las tortas fritas ineludibles del encuentro de cada año de la memoria por Agustín. El mate cocido y las tortas fritas son un emblema de cada encuentro, ayer no fue la excepción. Tampoco es la excepción la entrega militante de quienes toman estos compromisos.

Llegada las primeras horas de la tarde comienzan a llegar compañeros y compañeras de la época de militancia de Ramírez. Lula, Mario Manuel y Osmar como parte del ESLAGA dijeron presente en el encuentro, como así también el Cabezón quién fuese el mejor amigo del joven de las Comunidades Eclesiales de Base. Este encuentro obligado por la memoria de Agustín, invita a nuevas reflexiones y recuerdos de militancia de los ´80 que nunca quedan fuera de lo que hoy ocurre con la disputa por la tierra.

Este joven que supo dar su vida por un cambio social, tuvo en su haber cientos de luchas, entre ellas decir NO al servicio militar obligatorio y formar parte del Frente de Oposición al Servicio Militar Obligatorio (FOSMO) junto a otro dirigente de DDHH como Pablo Pimentel referente de la APDH La Matanza. Fue parte de las tomas de tierras mas grandes que hubo en este país. Como por ejemplo la que ocurrió en 1981 con más de 20 mil personas en el lugar. Agustín no sólo es parte de la militancia social ineludible del conurbano, fue un dirigente social que estuvo siempre pensando cómo proyectar un análisis político y latinoamericano desde el territorio, desde las bases. Hasta que el 5 de junio de 1988 una patota de la bonaerense se encargó de su secuestro y asesinato.

Un momento de plena emoción fue cuando Mario Manuel Melgarejo tomó la voz en la radio abierta y recordó a su amigo, su compañero de lucha. Mario es un eslabón fundamental en la cadena de resistencia y de organización de las bases. Un hombre que decidió poner su vida para que hoy todos y todas las que hoy viven en lo que fueron las tomas de tierras de los 90 puedan tener un hogar donde estar junto a sus familias. “Ponerse en el lugar del otro”, planteó Melgarejo, como la única forma de entender la necesidad de una vivienda. El Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) estuvo también compartiendo la jornada de memoria y justicia.

Pasadas las 15 hs hubo una presentación del libro “Agustín Ramírez: Un militante que desafió al poder”, de editorial Nuestra América. Jorge Chambi, amigo y compañero de Agustín, habló de la importancia de entender de donde salió la lucha de Agustín, y comprender también sus raíces, su cosmovisión de la vida. “La lectura que teníamos era de la teología de la liberación, a esa lectura teníamos acceso, sin embargo Agustín siempre buscó romper esa barrera y tener acceso a otros textos, tenia mayor proyección”. La palabra giró entre los presentes y una persona de las que atentamente escuchaban la presentación del libro, a sus mas de 70 años y que con el fuerte frio estuvo hasta el ultimo momento, agradeció que haya un libro que pueda contar la historia de un joven de Solano, que se hable de alguien que tuvo el valor de poner el cuerpo por sus pares. Lo miró al autor a los ojos y le dijo “Gracias por ocuparte de este tema”.

Francisca Ramirez.

Se llevó a cabo la misa religiosa con la presencia de Francisca, la madre del capi de Solano, que fue protagonista del momento más emotivo y sobresaliente de la jornada, donde contó “Estar acá me pone contenta, verlos a todos acá y poder abrazarme con compañeras de toda la vida de las Comunidades Eclesiales, yo estaba durmiendo la siesta, y se me había pasado la hora, pero pensé, como no voy a ir si está toda la gente para recordarlo a Agustín”. Francisca con 85 años y toda una vida de lucha, aun sostiene con toda positividad su búsqueda de justicia y su recuerdo por su hijo.

La música también estuvo con la presencia de Pato y Cucumelo, ambos vecinos de Solano y conocidos del joven de las Comunidades Eclesiales de Base. Con letras que representan lo que pasa en estos barrios todos los días y como bonus track varios temas de León Gieco, entre ellos “Hombres de Hierro”, con la letra que fue coreada “gente que avanza se puede matar, pero los pensamientos quedaran”.

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