Por Vicente Pincen
¡Ah! ¡Tu, que necesitas amos!
Y no puedes dar un paso por tu cuenta
Más digna y mas entera es la serpiente
Que se arrastra a voluntad y por instinto.
Te he visto mil veces posternarte
Por los míseros denarios de tu sueldo
Inclinando la cerviz, presuroso
Cuando el jefe te dirige la palabra.
Ya me hartas respetando lo inasible
Patrias, fe, dioses, fantasmas, vanidades
La arrogante petulancia con que tratas
A quien crees que depende de tus actos.
Tu temor hacia el futuro causa risa
Tus ansias de perpetuarte dan espanto
Tu irresponsable necedad revuelve tripas
Tus ganas de consumir rompen el mundo.
¡Si! ¡Tu eres el culpable, no lo niegues!
No me vengas a decir que es el destino
Yo no creo en el horóscopo y maldigo
Al cobarde, ya opresor o ya oprimido.
vicentepincen.ancap@gmail.com
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