Por Juan Alberto Perez.
Hace doce años me contaron un cuento. En él me decían que al bajar el cuadro del monstruo genocida nunca mas tendríamos que ser víctimas de la desaparición. En ese momento la esperanza llenó, hondamente, los corazones de la gente.
Tres años mas tarde, un hombre de edad avanzada sale de su casa, como todas las tardes, a pasear sus cabellos canos tratando de reflexionar sobre sus años de militancia. Entonces es interceptado por tormentosos esbirros del pasado, que inmediatamente hacen de su paradero una incertidumbre. Esto hace que las pocas ilusiones encendidas se apaguen.
Han pasado diez años, y hay muchas respuestas por brindar, Jorge Julio Lopez NO ESTÁ, y su familia sigue reclamando por su APARICIÓN. Este pueblo no quiere que desaparezca nunca nadie mas. Y yo personalmente quiero que mi cuento se termine como se debe, con JUSTICIA Y VERDAD.
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