A comienzos de 2020 los medios malignos de comunicación comenzaron a bombardearnos con un nuevo mal que sonaba letal. El coronavirus. Un virus pariente cercano al de la gripe influenza clásica, pero mas letal a corto plazo pareciera. Lo novedoso es que comenzó afectando velozmente y letalmente en una provincia de China y que las autoridades de ese País, tan veloces como el virus, levantaron dos hospitales en 10 días para atender y aislar a los enfermos. Uno de ellos en esta primera semana de marzo, se esta repensando, ya que no lo necesitaran a futuro para la “pandemia” que comienza a acabarse.
Por *Sergio Otero
Durante unos dos meses, los medios se ocuparon de contar casi segundo a segundo los contagiados y las muertes de las personas alrededor del mundo, y daba la sensación que esperaban o deseaban que el virus llegara a la argentina. Como para testear la capacidad de combate a la enfermedad del nuevo gobierno. Mientras tanto en la realidad argentina, sarampión (una enfermedad acabada durante décadas y vuelta a aparecer en los últimos años de Macrismo debido a múltiples factores y pésimas decisiones de gobierno neoliberal) y dengue hacían y hacen de las suyas.
La relación entre sarampión y la decidía estatal de cambiemos con respecto a las vacunas y el acceso a ella, es intima. El negocio entre Macri y los suyos y las farmacéuticas y los efectores privados de salud, fue sustancial para la debacle en salud. A mitad de febrero y comienzos de marzo de 2020 nos sorprendimos de las vacunas guardadas y vencidas, de camiones sanitarios abandonados en depósitos, de consultorios dentales móviles sin uso, de medicación vencida muy importante para la población (antihipertensivos, hipoglucemiantes, antibióticos, etc) y demás insumos claves para el sistema publico. Todo esto no fue solo por inoperancia o malversación de fondos o pocas ideas. Sino que fue una estrategia que se dio cambiemos para debilitar la salud publica y favorecer a los privados. Por una doble vía: si vos no tenias la vacuna disponible en tu caps (Centro de Atención primaria de Salud) u hospital, debías ir a dártela a la farmacia y pagar. Y si padecías alguna enfermedad debido a la falta de vacunas o recursos públicos, también debías ir a atenderte a lugares privados cuando el hospital no daba respuesta. Siempre el privado, siempre cambiemos, siempre la mirada capitalista neoliberal que pone a la salud como un bien de consumo y no como un derecho de las personas.
Volvamos al COVID-19 (Coronavirus), que es lo que vende hoy por hoy. El debate de la enfermedad se salió del eje. Importa ver que países tienen el primer enfermo?, como se contagio?, si viene de Europa y tiene para viajar?, si es de clase alta o media?, si es oligarca o proletario?. Me pregunto donde quedo varado el argentino que se contagio en el crucero?. Se radico Japonés? Nadie sabe mas de el, uno que pudo zafar de la AFIP (chiste). No hemos leído notas acerca del avance de la vacuna o de desarrollos para poder investigar mas el virus, mas allá de que la propagación de la enfermedad es muy veloz. Podríamos frenar un poco y preguntarnos de cual es el rol de la globalización en la diseminación de la enfermedad?. Hoy estamos viendo como afecta la economía global, empresas que cesan actividades, trabajadores suspendidos (en argentina los y las trabajadores en usuaria que ensamblan celulares están con días de receso ya que no llegan las piezas chinas), caídas descomunales en bolsas de comercio mundiales, retraso en estreno de películas que afectan la industria del cine y en la salida de IPhone. Pero por que los gobiernos mundiales no han podido desarrollar una estrategia seria y formal contra la pandemia?. Pareciera que el capital se organiza mejor que los gobiernos (no estamos descubriendo la pólvora).
Y entonces en este hemisferio sur, al fondo al fondo de todo, la querida argentina junto a Paraguay y Brasil (estos dos últimos muy muy complicados) sufren dengue como nunca jamás en la historia. En argentina la primer semana de marzo 2020 supimos que hay mas de 600 casos en todo el país con decenas de muertos. No sabemos cuando fue el muerto 1 de dengue, cosa que con el coronavirus fue noticia alarma mundial. Nos enteramos de las mas de 600 personas muertas, solo eso. Números abstractos, que le duelen fuerte a las familias, pero a los medios no les importa.
En 2016, el gobierno con el mejor equipo de los últimos 50 años, por decreto de su jefe líder Mauricio Macri, dio de baja el programa que controlaba el dengue en la frontera con Paraguay en la provincia de Misiones. Un estratega.
Los y las que trabajamos en salud publica aprendimos que el dengue cumple ciclos de virulencia y replicación. Estos ciclos son de 5 años, la alarma mas próxima que tuvimos fue en 2014 y 2015 donde hubo un aumento grave de los casos…hagan sus cuentas. Ellos se iban y pueden comprar mucho repelente, nosotras y nosotros no.
El problema del dengue es de salud colectiva, mas que de salud publica, requiere un trabajo de brigadas sanitarias mas que de medico en caps u hospital. Esta es una de las razones por lo cual nos cuesta tanto combatirlo. Aun hay mucha desinformación y la responsabilidad se deja demasiado en los usuarios, vecinas y vecinos. Recordemos la campaña publicitaria “QUE HICISTE HOY CONTRA EL DENGUE?”. El gobierno debe ser una parte activa en la estrategia de acción, no desentenderse o dar una directiva o repartir folletos en la peatonal.
Por ultimo, y gracias a las compañeras feministas, la violencia de genero mata mas que el covid-19. MUCHO MAS. También el morbo de saber como murieron?, el detalle de que les hicieron antes o que llevaban puesto?, hace que ese tema venda al igual que el virus salido de china, pero poco se ocupan los medios de mostrar las raíces del tema. Patriarcado, gobierno ausente y la no aplicación de la ESI, como para empezar a hablar.
Las mujeres como objeto de consumo de los varones asesinos, a tal punto de descartarlas en bolsas como un barbijo usado. De quemarlas, como la basura que se quema en las barriadas para no juntar desperdicios donde ponga huevos el Aedes. Las mujeres como objeto de consumo capitalista.
El movimiento ecologista y el feminista muestran nuevas formas de lucha, nuevas versiones de ataque al capital, nuevas estrategias para visibilizar los problemas de genero o de calentamiento global. Mientras los medios masivos hegemónicos (y muchas veces patriarcales) siguen MOSTRANDO NADA. Venden humo para la tribuna, venden noticias y desinforman.
No se trata de estar en contra de la enfermedad, negarla o minimizarla. Debemos tomar las medidas correspondientes preventivas y de cuidado. Proteger a las personas en riesgo, como ancianos, aquellos y aquellas que padecen diabetes, hipertensión, inmunosuprimidos, con problemas pulmonares o cardiacos.
Debemos cuidarnos y cuidar. Poner el ojo en el otro, pensar que podemos construir salud con las otras, los otros. No desesperar, las y los que tenemos mas de 40 recordamos muy recientemente la sicosis por la gripe N1H1. Ya desaparecida? En ese momento pregonábamos que la gripe estacional, la influenza clásica mataba mas que la N1H1, nos miraban raro y nos trataban de irresponsables.
Pero prioridades. La desnutrición, el aborto clandestino, la pobreza estructural, la violencia de genero e institucional matan mas que el coronavirus
En resumen debemos cuidarnos. Del patriarcado, del gobierno, del Aedes y del coronavirus. Quizás en ese orden decreciente en relevancia.
Lavarse las manos y no estornudarle en la cara a una vecina es mas fácil que derribar al sistema que nos oprime y nos quita la libertad todos los días.
*integrante del Colectivo de Trabajdorxs de Salud Bucal
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