Por Federico Paterno
Las cárceles bonaerenses tienen un desabastecimiento de insumos sanitarios frente a la pandemia. La unidad 17 de la localidad bonaerense de Urdampilleta, en la ruta 65 partido de Bolívar, tiene a 37 personas en huelga de hambre de modo pacífico. Mediante un comunicado, los detenidos advirtieron que no hay mesa de diálogo, para poder tener una respuesta ante las demandas que requieren frente al virus Covid-19 y su propagación en el penal. Esperan ir por la vía pacífica, poder explicar lo que viven ahí dentro, y no terminar como ocurrió en Florencio Varela y Devoto, con muerte y represión.
“La situación en el penal es complicada, hacemos un reclamo por los derechos que nos corresponden, que ya dictaminó el juez de casación de La Plata, el Dr. Belini, este fallo consiste en tratar de conseguir una reducción en la cantidad de presos por el tema del hacinamiento y la sobrepoblación, porque no se puede respetar las distancias que se deben salvaguardar con el otro para prevenir contagios por el Coronavirus”, contó Patricio a ANCAP, detenido en la Unidad 17 e integrante de la huelga de hambre.
Van 12 días desde que se inició la huelga de manera ininterrumpida. Quienes están participando de ésta, tienen la claridad que es la vía de reclamo, sumado a los escritos entregados a organismos de Derechos humanos, y la comunicación con los medios para visibilizar lo que ocurre tras las rejas. Hasta el cierre de ésta nota no tuvieron respuestas.
Sobre los contagios de Coronavirus y la mayor dificultad que hoy tienen explicó Patricio: “Acá hubo casos de Coronavirus, se llevaron al chico infectado, dicen que al final descartaron el contagio. Pero no lo puedo aseverar porque yo estoy acá adentro y no puedo salir. El mayor problema que estamos teniendo hoy en día es que estamos necesitando que nos hagan los informes (médicos), no tenemos la asistencia médica adecuada. El poder judicial no mandó al penal la documentación para que nos hagan los informes, y esto pasa porque hay muchas personas que están enfermas, y dentro de los grupos de riesgo, que no son escuchados”. No cuentan con los recursos sanitarios básicos, jabón, dentífrico, desinfectantes, si no es por las encomiendas que llegan por parte de cada grupo familiar quedan desamparados.
En la página web de la Unidad 17 se puede leer que la Psicóloga Valeria Netri, atiende en el penal y afirmó “utilizamos enfoques interdisciplinarios que den respuestas a la emergencia del Covid-19. Se generan espacios de diálogo”. Todo muy lejos de la realidad que advierte Patricio como preso de ésta cárcel.
No sufrieron hasta hoy violencia física, no obstante esto, lo que sí ocurre es que son engomados (encerrados en celdas individuales) sin poder ver la luz del sol hace 12 días. “Eso es una forma de tortura”, dijo Patricio.
Desde el CELS denunciaron que la situación en las cárceles bonaerenses es “extremadamente crítica, las personas privadas de su libertad no tienen camas para dormir, alimentación suficiente, ni atención médica. A esto se agrega la persistencia de las prácticas violentas, discriminación y malos tratos a les detenides y a sus familiares. Necesitan de manera urgente una solución”.
Adolfo Pérez Esquivel es el Presidente del Comisión Provincial por la Memoria, mediante una carta fechada del 29 de abril expresó: “El Comité contra la Tortura de la Comisión por la Memoria (CPM) desde hace años viene reclamando a los gobiernos la reforma urgente del sistema carcelario, hoy colapsado, con edificios vetustos que se encuentran en deplorables condiciones, con superpoblación carcelaria, hacinamiento extremo, práctica sistemática de la tortura, corrupción estructural y con un sistema sanitario deficiente que no puede dar respuestas mínimas de atención”.