FANTASMA DE FRAUDE

Por Juan Alberto Pérez

En vísperas de las PASO que se realizarán el domingo aún quedan dudas respecto a la empresa que realizará el escrutinio provisorio de los votos. La empresa SmartMatic encargada de procesar los telegramas es cuestionada por las debilidades que demostró el software que se utilizará, además cuenta con otros casos de irregularidades en diferentes países en los que participó de los procesos electorales.

El proceso electoral argentino tiene dos instancias de recuento de los votos. El primero es el provisorios, a cargo del poder ejecutivo que sirve para informar a la sociedad en el mismo día del acto electoral de las tendencias que se dan en la elección. Luego, 48 horas después de los comicios comienza el proceso de recuento definitivo a cargo de la justicia electoral, que es el que tiene carácter legal y el que termina legitimando los resultados finales. Para el proceso provisorio de estas elecciones el gobierno, a través del Ministerio del Interior, realizó una licitación para la realización. La ganadora fue la empresa de origen venezolano SmartMatic que desbancó a la española Indra que realizaba el recuento desde 1997. La oferta fue de u$s16899920 para el conteo de los votos de las PASO, la elección general y un posible ballotage. Dicha oferta fue 3 millones más barata que la realizada por Indra quién cuestionó las capacidades técnicas de la empresa ganadora de la licitación y amenazó incluso con llevar la cuestión a la justicia.

Mas allá de eso, desde los diferentes partidos de oposición iniciaron un proceso de reclamo y advertencias sobre la oscuridad que genera la empresa venezolana, que tiene sede en Londres, dado que cuenta con experiencias complicadas en otros países. Cuenta con malas experiencias en El Salvador, en donde un error de conteo generó que los partidos con menores voto terminaran arriba en el escrutionio, por lo que tuvo que pagar más de 1 millón de dólares de multa; En Filipinas hubo denuncias de fraude respecto del recuento de votos hecho por dicha empresa; en Italia donde la seguridad del software de conteo de votos fue muy vulnerable y en Venezuela hubo reconocimiento de la empresa del fraude que sufrió la elección de la Asamblea Nacional del 2017.

Ante esto, se alertó sobre el software que usará SmartMatic en las próximas elecciones y la vulnerabilidad que tiene el proceso electoral argentino en este momento. Esto se agravó cuando el 20 de julio en un ensayo realizado en el Correo Argentino por el secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, se detectaron al menos 46 fallas del sistema.

Por eso la Fundación Vía Libre realizó un análisis sobre el sistema de escrutinio y concluyó que existen componentes del software usado en la conversión de formatos de los telegramas transmitidos desde los centros de votación que “tienen al menos 46 vulnerabilidades conocidas que pueden ser potencialmente explotadas para dañar la integridad del proceso de escrutinio” y que a su vez puede existir otras vulnerabilidades no reportadas.

SmartMatic plantea realizar un cambio en la transmisión de las actas de escrutinio de las mesas de votación, que antes se trasladaban vía terrestre hasta el centro de cómputos pero que ahora se escanearán y transmitirán por la red. Dicho software que realiza la conversión de los telegramas es según Vía Libre vulnerable y “pone en riesgo la integridad del proceso electoral”. Según Vía Libre “Un potencial atacante podría impedir el correcto funcionamiento de los servidores que reciben la transmisión de telegramas, borrar o alterar los datos que se reciben de los centros de transmisión ubicados en los establecimientos donde se vota, retrasar el proceso de escrutinio provisorio por tiempo indeterminado, hasta que se identifique, diagnostique y corrija el problema en tan solo uno de cientos o miles de archivos TIFF recibidos, o utilizar el servidor afectado como plataforma para lanzar ataques “laterales” a otros componentes de la red”.

A todo esto, los partidos políticos pidieron acceso al software para realizar una fiscalización del sistema. Pero la empresa nunca le otorgó los códigos necesarios para que los equipos informáticos de los partidos opositores pudieran analizarlos. Por ello, muchos salieron a manifestar su preocupación por la claridad del proceso electoral. Tanto del PJ como de Consenso Federal pidieron a la Justicia Electoral que se aparte a la empresa SmartMatic del proceso electoral por estas irregularidades. A pesar de esto, la jueza de la Cámara Nacional Electoral, María Romilda Servini de Cubría, instó a la empresa a entregar el software a los partidos, algo que no sucedió a pesar de que los medios oficialistas publicaron que sí fueron entregados.

El precandidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, expresó al respecto que “Uno tiende a pensar que están organizando algo nada transparente y por eso teme”. Por otro lado, el apoderado de Consenso Federal, partido que lidera Roberto Lavagna, Daniel Pires, expresó “el escrutinio provisorio se convirtió en una elección mediática. El que instala el primer número es la tapa del lunes. Tenemos que tener cuidado para que no ocurra y que los números sean los reales y no tendencias”. Pero desde el gobierno recogieron el guante. Adrián Pérez, en Radio Mitre contestó “es difícil entender que se está cuestionando concretamente” y agregó “No hay posibilidad alguna de manipulación. Todas las medidas que se tomaron tienden a darle más transparencia al proceso”. Pero la especialista en derecho electoral, Delia Ferreira, a través de Twitter, detalló que “no se cumple con todas las garantías de transparencia, integridad, seguridad e imparcialidad” y agregó que en el escrutinio provisorio el gobierno, sin importar el color político, no es un actor imparcial, y por eso pide que se excluya al Ministerio del Interior del proceso. Además, manifestó que ante la elevación de las vulnerabilidades a las autoridades sufrieron ataques por parte del gobierno.

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