A MACRI LE DIERON LA ESPALDA EN DONDE MENOS LO ESPERABA

Por Juan Alberto Pérez

Las PASO celebradas este domingo significaron una verdadera demostración del descontento social que generó estos 4 años del macrismo. El bochorno electoral no sólo se dio en provincias que el peronismo ya controlaba sino que también abarcó a huestes inexpugnables para el kirchnerismo. A la debacle de la provincia de Buenos Aires hay que sumarle la derrota en Mendoza y Jujuy, que son controladas por Cambiemos. Además, un fuerte cachetazo en Santa Fe y una victoria no tan holgada en Córdoba le dan un panorama negro al gobierno.

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El resultado de este domingo deja algo en claro, este gobierno está terminado y habrá que ponerse a pensar como será la transición democrática. Además remarca que la sociedad que creyó y apoyó a Mauricio Macri en 2015 se sintió fuertemente defraudada por las políticas de ajustes económico y de represión política y social.
De los más de treinta y dos millones de personas habilitadas para votar en esta elección primaria más del 75 % dieron el presente frente a las urnas. Si bien la provincia de Buenos Aires tiene un peso específico por representar el 37 % del padrón, hay otros distritos que no son para despreciar. Y eso el gobierno nacional lo sabía y por tal motivo la decepción que se visualizaba en los rostros de los principales referentes del espacio lo manifestaba.
La provincia de Mendoza tiene una fuerte tradición radical. El gobernador Cornejo es uno de los principales caudillos del mítico partido de Alem que además se mostraba como referencia para el gobierno de la Alianza Cambiemos. Con más de un millón cuatrocientos mil electores representa casi el 5 % del padrón a nivel país. Cuenta con una aristocracia arraigada a las fincas y bodegas vitivinícolas que a priori se podrían emparentar con el pensamiento conservador de Juntos por el Cambio. Sin embargo, en estas PASO le han dado la espalda a Macri y Cía. Con una alta participación que superó el 79% del padrón, la fórmula Fernández Fernández lideró la elección con el 40,48%, mientras que Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto llegaron al 37% con casi 40 mil votos de distancia. Si bien es una diferencia corta es un resultado no esperado y que obligó al gobernador Cornejo a reconocer la derrota antes de que se conozcan resultados oficiales.
En Jujuy el gobernador es Gerardo Morales, un radical que accedió al poder por ir colgado en 2015 en las listas de Mauricio Macri y de Sergio Massa. Sin embargo, desde el primer día funcionó al compás de lo que pasaba en Buenos Aires. Fue la primer provincia donde la justicia se utilizó como herramienta de adoctrinamiento político, con la detención de la principal líder opositora sin condenas firmes, Milagro Sala; y donde se desarrolló una política muy similar al gobierno nacional y que cosechó casi treinta mil pobres mas en sólo un año. El 32 % de los jujeños está en situación de pobreza en una región, como el NOA que tiene la escalofriante cifra del 34 % de pobres. Allí el presidente había viajado en 2015 en campaña prometiendo pobreza cero. Por este motivo, los resultados de las PASO no parecen una rareza. El pueblo de Jujuy le dijo que no a Macri con más del 70 % de los votos en contra. El 46% de estos fue capitalizado por el Frente de Todos. Otro duro revés para un gobierno que ha cosechado puras derrotas este año.
Santa Fe se le viene presentando adversa al gobierno. De los 37 puntos que supo sacar Miguel Del Sel en 2015 que casi lo convierten en gobernador a una paupérrima elección para el mismo cargo este año que lo dejó muy lejos de Perotti y Bonfatti, primero y segundo. En las PASO de 2015 Mauricio Macri había conseguido 533 mil votos en la provincia. En esta elección consiguió 100 mil más pero los 10 puntos de diferencia con ella formula de les Fernández le deja un panorama sombrío para una provincia que pensaban ganada de taco por el campo y lo que ha favorecido este gobierno al grupo concentrado de ese sector.
La victoria de Mauricio Macri de 2015 se cimentó en la pampa sojera. El interior de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y sobre todo la provincia de Córdoba justificaron el triunfo electoral. Los casi 30 puntos de diferencia que entonces logró Cambiemos por sobre la fórmula encabezada por Daniel Scioli era una demostración de rechazo de las políticas de kirchnerismo para entonces. Este año la elección de la gobernación fue despoblada de la nacional. Córdoba eligió la continuidad de Juan Schiaretti con un amplio márgen. La Alianza Cambiemos no tuvo nada que hacer en dicha elección aunque no la vieron con malos ojos ya que el gobernador fue uno de los más dialoguistas de esta administración. Contaban con repetir la performance de 2015 en las nacionales. Si bien fue, junto con CABA, el único distrito que ganó la fórmula Macri-Pichetto hay que decir que la elección del peronismo, que no contó con el apoyo del gobernador, que responde al mismo partido, no fue tan mala ya que achicó la diferencia en torno a 18 puntos. Si bien un triunfo de Alberto Fernández e Córdoba es tan posible como una victoria de Macri a nivel nacional, también es cierto que no conseguirá este último los números que esperaba para hacer frente a la lluvia de votos en contra que recibió de la provincia de Buenos Aires, el norte y el sur del país.
Las grandes zonas urbanas fueron los principales focos del descontento contra las políticas de Macri. Allí se sintió muy fuerte el cierre de fábricas, el aumento de los precios, la desocupación, el hambre y la.miseria. Por eso en los grandes aglomerados urbanos como Rosario, Córdoba Capital, Bahía Blanca y el conurbano la derrota del macrismo fue apabullante. Allí donde las promesas incumplidas calaron más hondo en el pueblo fue donde mas duro lo golpearon.
El pueblo ha dado su veredicto y ha demostrado su total descontento con el gobierno nacional. A lo largo y a lo ancho del país está dicho que se necesita un cambio. Y de mantenerse estos números de cara al 27 de Octubre habrá un nuevo gobierno que llegará con un respaldo popular muy importante.

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