MARCHA NACIONAL CONTRA EL GATILLO FÁCIL

Por Juan Alberto Pérez

Hoy se realiza una nueva edición de la marcha contra el gatillo fácil. Una manifestación que se ya se torna en un clásico año tras año, que pretende poner en la escena pública uno de los flagelos más tremendos que impactan a nuestra sociedad al menos desde el advenimiento de la democracia hasta nuestros días, aunque es una práctica que tiene huellas en toda la historia argentina y latinoamericana. Hablamos de asesinatos perpetrados por el aparato represivo del estado con la modalidad de Gatillo Fácil. Este accionar que se llevó puesto infinidades de vidas tiene una tendencia, las víctimas en su mayoría son jóvenes y pobres.

La marcha que se desarrollará el día de hoy, que espera movilizar desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo, tiene un condimento especial en el contexto político que vive la Argentina. Mientras el gobierno impulsa la participación de fuerzas militares en las calles, mientras ya son emblemáticos los casos de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado muertos en circunstancias en las que participaron las fuerzas públicas. En un país donde la Prefectura persigue y tortura a pibes de los barrios populares, como sucedió en la Villa 21-24 con Iván y Ezequiel, y posteriormente con Roque. En un país en donde el presidente Macri anuncia que las fuerzas armadas saldrán a las calles para “intervenir aportando logística frente a eventos de carácter estratégicos o habla de custodia y protección de “objetivos estratégicos”. Esta movilización resulta imperiosa.

En la Argentina, según datos de CORREPI, el 44% de las muertes por el aparato represivo desde 1983 a la fecha son víctimas de gatillo fácil y son menores de 25 años. Los responsables de estos crímenes son en un 55% las policías provinciales de todo el país. Por eso este flagelo es sistémico, es un sistema de exterminio de personas, sin distinción de colores partidarios, ha sido la única política de estado con continuidad en todos los gobiernos. Vanesa Orieta expresó al respecto que “Cuando hablamos de represión decimos que cada uno de los gobiernos constitucionales aportó su cuota para que el problema represivo sea la forma rotunda de eliminación de los sectores populares”.

Otra de las patas de este perverso sistema es la justicia. Si los casos en los que los efectivos del aparato represivo no tienen la condena adecuada se legitima el accionar, y por tanto, podemos hablar de que es una política de Estado, la omisión de acciones condenatorias te hacen responsable.

Por eso lo necesario de esta marcha, que pretende movilizar a quienes luchan día a día contra esto para visibilizar los crímenes de Estado. “Los casos no tiene que quedar en la nada, de la justicia burguesa, no podemos esperar nada. Hay que seguir, no sólo se lucha por la sentencia sino por la conciencia. Mientras sigamos viviendo en una sociedad dividida en clases el gatillo fácil seguirá existiendo” afirma Emilia Vasallo, Madre de Pablo “Paly” Alcorta, víctima de gatillo fácil y una de las referentes de la marcha nacional, quién además agregó “El gatillo fácil, en realidad la represión, se extiende cada vez más”.

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